Un estudio realizado por la Universidad de Cambridge ha revelado que los árboles en las ciudades pueden disminuir la temperatura del aire a nivel de los peatones en hasta 12 °C. Sin embargo, esta capacidad de enfriamiento varía considerablemente dependiendo de las especies de árboles, el diseño urbano y las condiciones climáticas.
Este análisis fue publicado en la revista Communications Earth & Environment y revisó un total de 182 investigaciones previas sobre el impacto de los árboles en 110 ciudades alrededor del mundo, abarcando el periodo de 2010 a 2023. El estudio subraya la importancia de una plantación estratégica para maximizar los beneficios de los árboles en la lucha contra el estrés térmico en entornos urbanos.
Los hallazgos del estudio indican que la presencia de árboles puede reducir las temperaturas máximas mensuales por debajo de 26 °C en el 83% de las ciudades analizadas. Esto cumple con el «umbral de confort térmico». Sin embargo, se advirtió que, según Ronita Bardhan, catedrática de Medio Ambiente de Cambridge, «nuestro trabajo echa por tierra el mito de que los árboles son la panacea definitiva contra el sobrecalentamiento de las ciudades de todo el mundo».
Calor atrapado y efectos nocturnos
La investigación también señala que los árboles pueden atrapar calor y, como resultado, elevar las temperaturas durante la noche. Los resultados mostraron que los árboles urbanos tienden a enfriar más las ciudades en climas cálidos y secos, mientras que su efectividad se reduce en climas cálidos y húmedos.
En climas áridos, los árboles lograron enfriar las ciudades en más de 9 °C, pero también las calentaron por la noche en 0,4 °C. En contraste, en climas tropicales húmedos, el enfriamiento diurno se limitó a aproximadamente 2 °C, con un efecto de calentamiento nocturno de 0,8 °C. En climas templados, los árboles pueden enfriar las ciudades hasta 6 °C y calentarlas en 1,5 °C.
Diseño urbano y especies
El estudio destaca que las ciudades con un diseño urbano más abierto tienen más probabilidades de contar con una mezcla efectiva de árboles. El uso combinado de diferentes especies puede enfriar 0,5 °C más que aquellas áreas donde solo se planta un tipo específico de árbol.
Los investigadores encontraron que en climas áridos, las especies de hoja perenne son predominantes y resultan más eficaces en contextos urbanos compactos, como en El Cairo o Dubái. Bardhan enfatizó que «nuestros resultados subrayan que los urbanistas no solo deben dotar a las ciudades de más espacios verdes, sino que deben plantar la combinación adecuada de árboles en posiciones óptimas para maximizar los beneficios del enfriamiento».
Más allá de los árboles
A pesar de los beneficios que ofrecen los árboles, los investigadores concluyen que no debemos limitarnos a ellos como única herramienta para enfriar las ciudades. Otras soluciones, como la protección solar y el uso de materiales reflectantes, seguirán siendo fundamentales en esta lucha.
El estudio también observó que la capacidad de enfriamiento de los árboles varía según características específicas, como el diseño urbano y las condiciones climáticas locales.