El arzobispo de París, Laurent Ulrich, llevó a cabo la re apertura oficial de la catedral de Notre Dame el sábado 7 de diciembre. Este evento se realizó mediante un rito en el que golpeó solemnemente las puertas con su cruz y esperó la respuesta del templo gótico. Esta respuesta fue entonada por los coros que se encontraban en el interior de la catedral, antes de que el arzobispo cruzara el umbral.
Durante la ceremonia, los cantores de Notre Dame recitaron el salmo 121 de la Biblia, que dice: «A las montañas levanto mis ojos; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y la tierra». Este salmo fue pronunciado cada una de las 3 veces que el arzobispo solicitó a Notre Dame que abriera sus puertas.
Asistentes destacados en la ceremonia
La ceremonia, que tuvo que ajustarse debido al viento y la lluvia, comenzó con el sonido de las campanas de la catedral. A este evento asistieron numerosos dirigentes de todo el mundo, como el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Jill Biden. También estuvieron presentes la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Tanto Trump como Zelenski habían sido recibidos previamente en el Elíseo por Emmanuel Macron, lo que representó una victoria diplomática para el presidente francés. Este encuentro fue el primero entre ambos líderes desde la victoria de Trump en las elecciones de noviembre, y se discutió el incierto futuro del apoyo de Washington a Kiev en su conflicto con Rusia.
La llegada de los líderes
Debido a este encuentro, Macron y su esposa, Brigitte, llegaron más tarde de lo planeado a la explanada de la catedral, donde se había instalado una carpa para facilitar el saludo y la foto de los jefes de Estado y de Gobierno presentes.
En ausencia del presidente francés, el primer ministro en funciones, Michel Barnier, se encargó de dar la bienvenida a los asistentes. Cuando Zelenski llegó, pocos minutos después de Macron, fue recibido con aplausos al entrar en la nave restaurada.
Momentos destacados de la ceremonia
Mientras tanto, algunos de los asistentes aprovecharon para tomarse fotos con el multimillonario empresario Elon Musk, quien también estaba presente en esta ceremonia. Hubo una notable representación de la realeza europea, incluyendo al príncipe Guillermo de Gales y a los reyes de Bélgica, Felipe y Matilda.
Una vez que todos los invitados estuvieron dentro, el inicio de la ceremonia fue marcado por el sonido de las campanas, que Macron, su esposa y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, escucharon de pie ante la fachada de la catedral.
Ritos y discursos en la catedral
Posteriormente, el arzobispo de París, acompañado de otros clérigos, realizó una breve procesión con la cruz de madera que utilizó para golpear las puertas. Esta cruz fue elaborada con madera recuperada de las ruinas del incendio que ocurrió en abril de 2019. El arzobispo vestía una capa de colores verde, rojo, amarillo y azul, cada uno con un significado litúrgico especial.
Después de abrir las puertas, se dirigió a la pila con agua bendita antes de regresar al exterior para invitar a entrar a Macron, a la primera dama francesa y a la alcaldesa parisina. Este momento marcó el inicio de la siguiente etapa de la ceremonia, que originalmente debía haber sido la primera y llevarse a cabo en la explanada exterior, con un carácter más político.
En esta parte de la ceremonia, Macron pronunció un discurso antes de ceder nuevamente la palabra al arzobispo Ulrich, quien continuó con los ritos religiosos programados, incluyendo los llamamientos para hacer «despertar» al órgano de la catedral.