La expresidenta boliviana Jeanine Áñez ha manifestado su profunda tristeza y frustración por la «competencia destructiva» que existe entre los actores políticos y los candidatos presidenciales. Este mensaje fue enviado desde prisión, donde denuncia lo que considera una persecución política por parte del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), tras más de tres años de encarcelamiento.
Denuncia de persecución política
Áñez, quien asumió la presidencia en noviembre de 2019 en medio de una crisis política, lamentó la falta de apoyo de algunos opositores. Afirmó que su encarcelamiento es una represalia por haber cumplido con la Constitución.En un mensaje lleno de amargura, Áñez destacó que estas actitudes han disminuido las esperanzas de los ciudadanos, especialmente de aquellos que, como ella, están injustamente privados de libertad. Hizo un llamado a la fe, pidiendo a Dios que «nos haga el milagro» y recordando que, si no hay justicia en la tierra, la única esperanza que queda es la «Justicia Divina».
Más de tres años en prisión
Áñez lleva tres años y ocho meses en prisión y ha denunciado lo que considera una persecución política por parte del Gobierno del MAS. Asegura que se han fabricado casos de corrupción en su contra, de los cuales no tiene conocimiento. «Este es un gobierno corrupto por donde se lo examine, pero no torturan a Luis Arce como lo hacen conmigo», afirmó.
Además, expresó su indignación por la falta de apoyo de algunos políticos de la oposición. Según ella, estos opositores tuvieron la oportunidad de frenar los procesos injustos durante su gobierno, pero ahora la descalifican en un intento por ganar indulgencias. «Lo peor es escuchar a políticos de oposición que durante mi gobierno tuvieron la oportunidad de terminar con procesos injustos, otros incluso volver del exilio», lamentó.
Responsabilidad y amor por Bolivia
Áñez aseguró que su encarcelamiento es una represalia por haber cumplido con la Constitución al asumir la presidencia en noviembre de 2019, cuando hubo un vacío de poder tras las irregularidades en las elecciones presidenciales de ese año. Recordó que su decisión fue motivada por una profunda responsabilidad hacia el país y por amor a Bolivia.
Destacó que su principal responsabilidad al asumir la presidencia fue evitar una guerra civil. Señaló que su gobierno enfrentó una crisis política, social y sanitaria sin precedentes con la llegada de la pandemia de Covid-19. En ese contexto, aseguró que el MAS ha buscado enjuiciarla y mantenerla como «presa política», sin brindarle la oportunidad de una defensa adecuada.
Tortura blanca y sufrimiento familiar
La expresidente denunció lo que considera una «tortura blanca» por parte del MAS. Afirmó que los equipos de abogados del gobierno están dedicados a quebrantar su bienestar emocional, espiritual y psíquico. Expresó su dolor como madre al ver a sus hijos expuestos a lo que considera un gobierno abusivo y lamentó profundamente el trato recibido por su familia.
A pesar de las adversidades, Áñez sigue resistiendo y manteniendo la esperanza de que algún día se haga justicia, tanto en la tierra como en el ámbito divino.
Contexto de su mandato
Áñez asumió el cargo en un momento crítico para Bolivia tras las elecciones generales del 20 de octubre de 2019. Su mandato estuvo marcado por protestas masivas contra el entonces presidente Evo Morales debido a acusaciones sobre fraude electoral. La situación llevó a su renuncia y posterior asunción interina.