El suicidio de un funcionario de 39 años, conocido como Wu, en el Yuan Ejecutivo de Taiwán ha generado un fuerte debate sobre el acoso laboral y las condiciones de trabajo en la isla. Este trágico evento, que ocurrió el 4 de noviembre, resalta la presión y el estrés que enfrentan los trabajadores taiwaneses en un entorno laboral que se caracteriza por una cultura jerárquica.
Las circunstancias que rodearon el suicidio de Wu fueron objeto de discusión desde el primer momento. Su cuerpo fue encontrado en una de las instalaciones del Yuan Ejecutivo, y rápidamente las redes sociales se llenaron de especulaciones sobre el acoso que sufría por parte de su supervisora. Tras una investigación interna, la exministra de Trabajo, Ho Pei-shan, afirmó que Hsieh no fue la responsable directa de esta muerte. Atribuyó el suicidio a una combinación de carga de trabajo excesiva, estrés intenso y falta de recursos de apoyo.
Condiciones laborales en Taiwán
A pesar de que el desarrollo económico ha colocado a Taiwán al nivel de Japón y Corea del Sur en términos de PIB per cápita, los problemas del sistema laboral, que se centra en el sector manufacturero, permanecen sin cambios. Según un informe del Ministerio de Trabajo publicado a finales del año pasado, los taiwaneses trabajaron un promedio de 2,008 horas en 2022, superando a Corea del Sur (1,904) y Japón (1,626). Esto convierte a Taiwán en el sexto territorio con mayor carga laboral entre las 39 economías analizadas.
La Ley de Normas Laborales en Taiwán establece descansos mínimos para los trabajadores. Un empleado que ha estado en una empresa entre 6 meses y 1 año tiene derecho a solo 3 días de vacaciones. Solo después de 5 años de trabajo continuo puede disfrutar de hasta 15 días de vacaciones pagadas.
Críticas al gobierno
El fallecimiento de Wu ha provocado críticas hacia el Gobierno, lo que llevó al presidente William Lai a ofrecer disculpas por lo sucedido. En su cuenta de Facebook, el mandatario escribió que es necesario trabajar para cambiar muchas de las culturas laborales que antes se consideraban normales. Roy Ngerng, un activista, sostiene que el Ejecutivo debería implementar leyes que impongan sanciones más severas a quienes obliguen a sus empleados a trabajar más allá de lo acordado.
Un dilema en Taiwán
Ngerng afirma que Taiwán se encuentra atrapado en un dilema, ya que el partido gobernante no respalda sus palabras con acciones concretas y no alinea los derechos laborales con su defensa de los derechos humanos. La cultura laboral en Taiwán todavía opera de manera jerárquica, lo que significa que los trabajadores rara vez desafían a sus superiores o los denuncian por mala conducta.
Además, algunas encuestas indican que los trabajadores son más infelices y están menos comprometidos con su trabajo. Esta situación resalta la necesidad urgente de un cambio en la cultura laboral de Taiwán.