La reciente aprobación del Decreto Supremo 5271 en Bolivia ha permitido la libre importación y comercialización de combustibles por parte de sectores privados. Esta decisión ha llevado a un aumento notable en el tipo de cambio del dólar, que ha pasado de 10,5 a 12 bolivianos en el mercado paralelo. El analista económico Gonzalo Chávez advierte que esta situación podría empeorar la crisis económica del país en los próximos días, especialmente con la creciente demanda de divisas debido a las fiestas navideñas.
Impacto en la economía
“Mientras unos esperan regalos bajo el árbol navideño, otros se preguntan si a este ritmo el dólar será el invitado sorpresa en la cena de Nochebuena. No va a quedar otra; hay que ajustarse los cinturones o los presupuestos, porque el dólar ha vuelto a subir pinchado por políticas del gobierno que lo han despertado de un letargo pasajero de las últimas semanas”, señaló el analista en un video compartido en redes sociales.
Chávez indicó que la divisa norteamericana en el mercado paralelo estaba fluctuando en 10,5 bolivianos por dólar, pero en los últimos días ha subido a 12 bolivianos.
Libre importación de combustibles
El Gobierno ha autorizado recientemente la libre importación y comercialización de carburantes, como diésel y gasolina, por parte de sectores privados. El precio referencial que se aplicará a partir de ahora será de 1,20 dólares para la gasolina RON 85-94, 1,25 dólares para la gasolina mayor a RON 94 y 1,24 dólares para diésel.
Falta de divisas en el país
Por su parte, el docente de la Universidad Mayor de San Andrés, Francesco Zaratti, considera que la escasez de divisas en el país afecta dos aspectos clave: la importación de combustibles, donde el 50% de la gasolina y casi el 90% del diésel son importados, y el subsidio a la venta de estos productos, que representa casi el 100% del precio de venta. Zaratti indica que los ingresos por el gas exportado ya no son suficientes para cubrir estos costos.
Consecuencias del decreto
“El DS 5271 liberaliza la comercialización de los carburantes en un contexto incierto y adverso, tanto legal como económico. Una vez más, el objetivo es eliminar el subsidio y trasladar la carga de la crisis de abastecimiento a los privados”, afirmó Zaratti.
