Empleados públicos argentinos, organizados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), llevaron a cabo una manifestación el jueves 7 de noviembre en varias localidades del país. Su principal demanda fue la mejora de salarios y la denuncia de despidos masivos en el sector público, en respuesta a las políticas de ajuste implementadas por el Gobierno de Javier Milei.
Protesta en Buenos Aires
La protesta más significativa se desarrolló frente al Ministerio de Economía en Buenos Aires. Allí, los manifestantes expresaron su preocupación por la pérdida de poder adquisitivo y las condiciones laborales que se han deteriorado desde la llegada del actual Ejecutivo.
Los sindicalistas iniciaron la movilización en la Legislatura de la capital argentina y marcharon primero hacia el Ministerio de Hacienda de Buenos Aires, para luego dirigirse al Ministerio de Economía nacional. Esta manifestación se replicó en diversas provincias del país, donde se llevaron a cabo huelgas, asambleas, radios abiertas y cortes de rutas.
Declaraciones del sindicato
Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE Nacional, declaró en un comunicado del sindicato: «Los salarios, las jubilaciones, los ingresos de la clase media y los sectores populares se derrumbaron. Están por el piso. Estos tipos vinieron a enriquecerse a costa del empobrecimiento y el hambre de toda la gente».
Aguiar también mencionó la necesidad de «romper con la traición de la paritaria» y de «lograr frenar la licuación de los salarios en el sector público». En este sentido, destacó que los estatales necesitan avanzar en una nueva medida de carácter general en todo el país, refiriéndose a una nueva huelga tras la que se realizó la semana pasada, que se extendió por 36 horas.
Impacto de los aumentos salariales
La protesta se centró en la pérdida de poder adquisitivo que enfrentarán los trabajadores del sector público, tras lo que el sindicato calificó como un «miserable» aumento otorgado por las autoridades: un 2% en noviembre, un 1% en diciembre y un bono de 30,000 pesos (30 dólares). Según el sindicato, la pérdida del poder adquisitivo en el sector público nacional supera el 34% en lo que va del año y, con la última paritaria, podría escalar al 50% para fines de 2024.
De acuerdo con los últimos datos oficiales disponibles, en los primeros 8 meses del año, los salarios en el sector público acumularon un aumento del 93.5%. Esto es inferior al incremento del 116.1% en el sector privado y al aumento del 94.8% en la inflación hasta agosto. Desde ATE aseguran que los salarios han sufrido una pérdida de 34 puntos porcentuales en comparación con la inflación acumulada desde que Milei asumió la Presidencia.
Condiciones laborales y despidos
El sindicato también sostiene que un 75% de los empleados estatales percibe ingresos por debajo de la línea de pobreza, que se estableció en 964,620 pesos (957 dólares) en septiembre pasado. Además de la problemática salarial, ATE y otros gremios han denunciado despidos masivos desde el inicio del Gobierno de Milei.
Finalmente, el sindicato exige el cese de los despidos en el sector público y la inmediata reincorporación de todos los trabajadores que han sido cesanteados de manera ilegítima, según se detalla en el comunicado del organismo.
Fuente: EFE
