El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con imponer aranceles de hasta el 25 % a los productos que provengan de China y México. Esta advertencia surge en el contexto de la exportación de fentanilo desde China a Estados Unidos a través de México.
Durante un mitin que tuvo lugar en Pittsburgh, Pensilvania, Trump dirigió sus críticas hacia China, acusándolo de ser responsable del tráfico de esta peligrosa droga a través de México. En sus declaraciones, afirmó: «Vamos a tener una buena relación con China, pero si venden fentanilo a EE.UU. a través de México, vamos a poner un 25 % de arancel hasta que paren de hacerlo».
El exmandatario aseguró que esta penalización sería tan significativa que «no van a tardar en parar de hacerlo».
Impacto en la industria automotriz
Trump también expresó su preocupación por la importación de vehículos fabricados en México, que, según él, son producidos por empresas chinas. Afirmó que esta situación «va a matar a Míchigan y a Detroit». Por lo tanto, propuso imponer aranceles del 100 % a todos los automóviles que ingresen a Estados Unidos desde México.
Uso de aranceles como herramienta
Durante su tiempo en la presidencia, Trump utilizó los aranceles como una forma de presión sobre el gobierno mexicano, que en ese momento estaba liderado por Andrés Manuel López Obrador. Su objetivo era lograr que se firmara un acuerdo que ayudara a «controlar» las rutas migratorias. Además, mantuvo una intensa batalla comercial con China, que incluyó varias rondas de aranceles sobre productos chinos, alcanzando un valor aproximado de 370,000 millones de dólares anuales.
Tregua parcial con China
En enero de 2020, ambos países firmaron una tregua parcial. Como parte de este acuerdo, China se comprometió a aumentar sus compras de bienes estadounidenses en alrededor de 200,000 millones de dólares en un plazo de dos años, en comparación con los niveles de 2017. Sin embargo, el gobierno anterior de Trump afirmó que Pekín no cumplió con lo pactado.
Estrategia política y económica
Durante su mandato, Trump utilizó los aranceles como una herramienta tanto política como económica frente a los gobiernos de México y China. La imposición inicial de estos aranceles formó parte de una estrategia más amplia para abordar temas migratorios y comerciales que impactaban directamente las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y estos países.