La noche del sábado, el Presidente Luis Arce llevó a cabo la posesión de un nuevo alto mando militar en un acto que se celebró en la Casa Grande del Pueblo, ubicada en La Paz. Este cambio inesperado ocurre en un contexto de bloqueo de carreteras que están llevando a cabo organizaciones sociales aliadas al expresidente Evo Morales. Estas protestas han estado activas desde el 14 de octubre y han resultado en enfrentamientos repetidos con la Policía en sus intentos de desbloquear las vías.
La Cancillería de Bolivia ha denunciado ante la comunidad internacional que el país enfrenta “una serie de acciones desestabilizadoras lideradas por el expresidente Evo Morales, que buscan interrumpir el orden democrático”.
Nuevos altos mandos militares
Los nuevos nombramientos en el alto mando militar son los siguientes: Comandante en Jefe Interino de las Fuerzas Armadas, General Gerardo Zabala Álvarez; Jefe del Estado Mayor Interino del Comando en Jefe de las FFAA, General José Wilson Sánchez Velásquez; Comandante General Interino del Ejército, General Edward Rodrigo Aguilar Quiroga.
Además, se designó al Comandante General Interino de la Fuerza Aérea, General Juan Jesús Ballester Aguirre; y al Comandante General Interino de la Armada, Contralmirante Oscar Jaime Vaca Molina.
Compromiso del nuevo comandante
El nuevo comandante, Gerardo Zabala, se comprometió a ejercer su cargo con lealtad, entrega, patriotismo y sacrificio. Destacó que las Fuerzas Armadas son un baluarte de la soberanía nacional, garantizando la seguridad y simbolizando la unidad del país.
Zabala hizo un llamado a todos los bolivianos para trabajar juntos por el bienestar de la patria, buscando mediante el diálogo y la concertación el objetivo supremo constitucional: “vivir bien”.
El nuevo comandante también exigió y ordenó a los nuevos comandantes actuar conforme a los principios y valores éticos, sociales y constitucionales. Subrayó la importancia del pleno acatamiento a su misión constitucional, citando el artículo 244 de la Constitución Política del Estado (CPE), que establece que las Fuerzas Armadas deben defender la independencia, seguridad y estabilidad del Estado, así como garantizar el respeto a la Constitución y al Gobierno legalmente constituido.
defensa de la democracia
El Presidente Arce destacó la defensa de la democracia por parte del alto mando militar saliente, señalando como su logro más significativo “la neutralización de un intento de golpe de Estado” durante la toma militar de la plaza Murillo en junio. Resaltó que las acciones militares se alinearon con principios democráticos gracias a la disciplina y profesionalismo del mando saliente.
Finalmente, Arce enfatizó que este cambio en el mando militar se realizó “en observancia del orden constitucional” y garantizó el respeto absoluto a la institucionalidad de las Fuerzas Armadas. Encomendó a los nuevos jefes militares consolidar la confianza entre estas instituciones y el pueblo boliviano.
