El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, otorgó este lunes el premio Global Anti-Racism Champions a 6 personas de todo el mundo. Este galardón reconoce a individuos destacados por su lucha antirracista y por la promoción de los derechos humanos. Entre los premiados se encuentran una activista mexicana y una exministra de Bolivia.
Objetivo del premio
El premio tiene como objetivo reconocer a líderes de la sociedad civil por su liderazgo y compromiso con la equidad racial y la justicia social. Además, invita a los galardonados a participar en un programa de intercambio de visitantes internacionales. Este programa conecta a profesionales de su misma área con expertos estadounidenses, apoyando así los objetivos de la política exterior de Estados Unidos.
Premiados de este año
En esta segunda edición, el Departamento de Estado premió a Dintie Sule Tayiru (Ghana), John Leerdam (Países Bajos), Elvis Shakjiri (Macedonia del Norte), Urmila Chaudhary (Nepal), Tanya Duarte (México) y Tomasa Yarhui Jacomé (Bolivia).
Ceremonia de entrega
La ceremonia de entrega del premio fue conducida por el secretario de Estado Blinken y la delegada especial de equidad racial y justicia del departamento, Desirée Cormier Smith.
Reconocimiento a Tomasa Yarhui
Tomasa Yarhui Jacomé, quien en 2002 se convirtió en la primera mujer indígena en ser ministra de Bolivia, celebró el reconocimiento como un logro colectivo de todas las mujeres indígenas. «Significa mucho para las mujeres indígenas, porque sufrimos mucha exclusión y tenemos que romper muchas barreras para ser escuchadas», explicó en una entrevista con EFE.
La indígena quechua, que llegó a dirigir el Ministerio de Asuntos Campesinos y Pueblos Indígenas y Originarios de Bolivia, decidió luchar por los derechos de las personas indígenas tras experimentar el racismo y la exclusión en su propia vida cuando era pequeña.
«Fui una de las primeras niñas que salió de mi pueblo a la ciudad para poder estudiar, pero lamentablemente no pude soportar la discriminación por ser una niña indígena y volví a las filas del sindicalismo y me empecé a empoderar», recordó.
Asimismo, denunció que los pueblos indígenas son los que menos contaminan y, sin embargo, son los que se llevan «la peor parte de la contaminación», otra de las luchas que ella lidera.