La inflación en Bolivia ha llegado al 5,53% hasta septiembre de 2024, según el último boletín del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta situación ha generado inquietud entre economistas como Fernando Romero y Gonzalo Chávez, quienes alertan sobre la pérdida del poder adquisitivo y el riesgo de estanflación en el país.
El INE informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) experimentó un aumento de 0,88% solo en septiembre. Este incremento ha sido impulsado principalmente por el aumento en los precios de bienes y servicios domésticos, así como de alimentos, bebidas y productos de uso cotidiano, como pañales y carne de res.
Opiniones de los economistas
Fernando Romero, quien es presidente del Colegio de Economistas de Tarija, calificó este aumento como preocupante. Destacó que se trata del segundo incremento más alto del año, solo superado por el 1,58% registrado en agosto.
Romero advirtió que si la tendencia actual persiste, la inflación podría alcanzar entre 7% y 9% a finales de 2024. Esto representaría un fuerte contraste con el 2,12% que se registró en 2023.
Factores que alimentan la inflación
Por su parte, Gonzalo Chávez identificó varios factores que están contribuyendo a la inflación. Uno de ellos es el aumento en los precios de productos importados, lo que se debe a la depreciación del boliviano.
Además, los problemas climáticos han afectado la producción agrícola, y el contrabando también juega un papel en esta situación. A esto se suma la incertidumbre política, que incrementa la presión inflacionaria al reducir la confianza en la estabilidad del país.
Riesgo de estanflación
Chávez advirtió que Bolivia podría estar encaminándose hacia una estanflación, que es una combinación de alta inflación y bajo crecimiento económico. Este escenario podría tener graves repercusiones en la economía nacional.
El aumento del desempleo y la profundización de la crisis económica actual son algunas de las consecuencias que se podrían presentar si la inflación continúa en aumento.
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