El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, hizo un llamado a los bolivianos para que valoren la familia y protejan la naturaleza durante su regreso al púlpito el 6 de octubre. Esto ocurrió tras su recuperación de una intervención quirúrgica. En su homilía, Leigue abordó los recientes incendios en Bolivia y sus efectos en el medioambiente y la economía familiar. Hizo un llamado a la responsabilidad colectiva en la preservación de los recursos naturales.
Leigue volvió a dirigir su homilía después de haber sido operado por problemas estomacales que le causaron complicaciones en su salud. Durante su discurso, expresó su agradecimiento a Dios y a la comunidad por las oraciones que lo apoyaron en su proceso de recuperación.
Importancia de la familia
En su mensaje, el arzobispo enfatizó que el matrimonio es una «pequeña iglesia» donde los padres tienen la responsabilidad de educar a sus hijos en valores cristianos. Hizo un llamado para evitar el divorcio y respetar el derecho a la vida en pareja, subrayando la importancia de mantener unidas a las familias.
Incendios en Bolivia
Leigue también se refirió a los recientes incendios que han afectado a Bolivia, sugiriendo que podrían ser provocados intencionadamente. Cuestionó si hay personas que odian la naturaleza y expresó su lamento por cómo estos desastres impactan tanto al medioambiente como a la economía familiar.
El arzobispo destacó que los incendios no solo dañan el entorno natural, sino que también generan problemas en el abastecimiento de alimentos básicos. Esto hace eco de las preocupaciones sobre el aumento de precios y la escasez de productos esenciales para la población.
Consecuencias para el futuro
Finalmente, Leigue advirtió sobre la destrucción de los recursos naturales a través de incendios, subrayando que esta situación podría tener consecuencias graves para las futuras generaciones. Su mensaje resuena como un llamado a la responsabilidad colectiva en la protección del entorno y los valores familiares.
El arzobispo instó a todos los bolivianos a reflexionar sobre sus acciones hacia Dios, la familia y la naturaleza, enfatizando la necesidad de un compromiso conjunto para cuidar lo que es esencial para la vida.
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