Un grupo de 14 guacamayos, conocidos también como parabas barba azul, ha regresado a su tierra natal en la Amazonía de Bolivia. Estas aves, que nacieron en Estados Unidos, ahora residen en un centro de custodia ubicado a pocos kilómetros de su hábitat natural. Esta especie es endémica de Bolivia y se encuentra en peligro crítico.
Repatriación coordinada
Las aves llegaron la semana pasada desde Estados Unidos gracias a una acción conjunta entre la Fundación por la Conservación de Loros en Bolivia (FCLB) y el Ministerio de Medio Ambiente y Agua (Mmaya). En el último año, ya se habían repatriado otras 8 aves desde Canadá y 5 desde Inglaterra.
El Centro de Custodia de Fauna Silvestre Paraba Barba Azul, donde ahora viven, se encuentra cerca de Sachojere, a aproximadamente 25 kilómetros de Trinidad, la capital de la región amazónica de Beni. Rafael Mounzon, director ejecutivo de la FCLB, explicó que ha sido un proceso de 10 años para lograr que las aves regresen a Bolivia.
Desafíos en el proceso
Mounzon señaló que la demora se debió a la falta de claridad en las normas relacionadas con la naturaleza en el país. Además, los cambios en las autoridades de las instituciones involucradas también afectaron el proceso. Sin embargo, gracias a la colaboración con la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas del Mmaya, se comenzaron las repatriaciones el año pasado.
Una resolución ministerial emitida durante la pandemia aprobó la repatriación de las parabas barba azul desde Inglaterra, Canadá y Estados Unidos. Este proceso se llevó a cabo con objetivos de conservación y cumpliendo un protocolo para evitar riesgos sanitarios para las aves del centro y las que viven en libertad en la región.
Estado de la especie
La paraba barba azul (Ara glaucogularis) es una especie endémica de Beni, junto con la paraba frente roja (Ara rubrogenys). Según la FCLB, actualmente hay un máximo de 400 individuos en libertad en Bolivia, lo que es motivo de preocupación.
Las aves recién llegadas nacieron en Estados Unidos de padres que fueron llevados desde Bolivia en la década de 1980. En ese tiempo, hubo un «boom» del tráfico de vida silvestre, especialmente con loros que fueron extraídos de Suramérica de manera indiscriminada, lo que resultó en una disminución de su población.
Centro de custodia y colaboración
El centro de custodia que alberga a las parabas barba azul también acoge a medio centenar de loros de diversas especies. Trabaja en coordinación con el Mmaya, la Gobernación de Beni y la Policía Forestal y Preservación del Medio Ambiente (Pofoma).
Mounzon mencionó que, junto con la organización World Parrot Trust, están desarrollando un plan de acción para la conservación de la especie. Este plan incluirá la participación de autoridades, entidades científicas, colegios de biólogos y universidades, entre otros.
Reproducción en cautiverio
La FCLB aboga por permitir la reproducción en cautiverio de las aves para su reintroducción en sus hábitats naturales. Esto es crucial debido a la alta pérdida de individuos en la población silvestre.