Un voraz incendio arrasó 22 viviendas en la comunidad Nueva Generación, que se encuentra en el municipio de Riberalta, Santa Rosa, en el departamento de Beni. Este siniestro dejó a 28 familias afectadas.
El fuego se desató el jueves por la tarde. A pesar de los esfuerzos de los bomberos y de los miembros de la comunidad para controlar la situación, las llamas se propagaron rápidamente. Esto ocurrió debido a los vientos cruzados que intensificaron el avance del incendio. Ante esta tragedia, el Gobierno Autónomo Municipal de Riberalta ha puesto en marcha una campaña de solidaridad para ayudar a los damnificados.
Declaraciones del jefe del comando
“Por los vientos cruzados, el incendio se desplazó con rapidez y llegó a afectar a las viviendas de la comunidad, siendo totalmente destruidas. 22 viviendas de las 28 familias que existen en la zona fueron consumidas por el fuego”, comentó el jefe del Comando Amazónico de Riberalta, coronel Raúl Castro.
Intentos de control
El jueves por la tarde, los comunarios ya habían alertado que el incendio se había descontrolado y que podría afectar a la comunidad Nueva Generación. A pesar del despliegue de bomberos y un carro cisterna con capacidad de 23,000 litros, el fuego avanzó rápidamente, devorando todo a su paso, especialmente las viviendas construidas con motacú y hojas de palma de mota.
Los pobladores, en su desesperación, también intentaron apagar el fuego, pero la intensidad del viento empeoró la situación. Apenas lograron salvar algunas pertenencias, mientras que las familias quedaron impotentes al ver cómo el fuego consumía su hogar.
Campaña de solidaridad
Ante esta situación, el Gobierno Autónomo Municipal de Riberalta ha activado una campaña de solidaridad para apoyar a las familias afectadas. Se están recolectando agua, medicamentos, ropa y alimentos no perecederos para ayudar a los damnificados.
Impacto en la comunidad
En total, fueron 22 viviendas destruidas en cuestión de minutos debido al avance del fuego. Las comunidades afectadas han enfrentado situaciones similares en años anteriores, lo que se debe a las condiciones climáticas adversas que favorecen la ocurrencia de incendios forestales.