Un estudio a nivel global ha encontrado que el consumo de bebidas gaseosas y jugos de frutas está relacionado con un aumento considerable en el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Este hallazgo subraya la importancia de elegir agua como una opción más segura para reducir este riesgo.
La investigación fue liderada por Andrew Smyth, profesor de epidemiología clínica en la Universidad de Galway. El estudio involucró a cerca de 27,000 personas de 27 países y fue publicado recientemente en la revista Journal of Stroke, además de ser replicado por una publicación en HealthDay News.
Riesgos asociados al consumo
Andrew Smyth comentó que, aunque la hipertensión es el factor de riesgo más significativo, el riesgo de accidente cerebrovascular también puede disminuir mediante elecciones saludables en la dieta y la actividad física. Este consejo proviene del estudio Interstroke, que incluyó a más de 13,000 personas que experimentaron su primer accidente cerebrovascular.
La nueva investigación encontró que las bebidas carbonatadas, tanto las que contienen azúcar como las que tienen edulcorantes artificiales, están vinculadas a un riesgo un 22% más alto de sufrir un accidente cerebrovascular. Este riesgo se incrementa notablemente entre quienes consumen 2 o más de estas bebidas diariamente.
Impacto de los jugos de frutas
Además, se observó que el consumo de jugos de frutas aumenta las probabilidades de un accidente cerebrovascular hemorrágico en un 37%. Este riesgo se triplica cuando se consumen 2 o más de estas bebidas al día, y las mujeres presentan el mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular hemorrágico relacionado con el consumo de jugo.
Smyth también destacó que no todos los jugos de frutas son iguales. Según él, los jugos de frutas recién exprimidos son los que probablemente aporten beneficios, mientras que las bebidas de frutas elaboradas a partir de concentrados, que contienen muchos azúcares añadidos y conservantes, podrían ser perjudiciales.
Resultados sobre café y té
A principios de este año, Interstroke presentó resultados sobre el consumo de café y té. Se encontró que un consumo moderado de café es aceptable, pero el riesgo de accidente cerebrovascular aumenta en un 37% después de la cuarta taza. Por otro lado, beber de 3 a 4 tazas diarias de té negro se asocia con una reducción del riesgo en un 29%, mientras que la misma cantidad de té verde se relaciona con un riesgo un 27% más bajo.
Importancia del agua
Finalmente, cuando se trata de saciar la sed, consumir más de 7 tazas de agua al día parece disminuir las probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular causado por un coágulo sanguíneo.
El accidente cerebrovascular es una condición grave que ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre a una parte del cerebro, ya sea por un coágulo o una hemorragia. Esta afección es una de las principales causas de discapacidad severa a largo plazo en los Estados Unidos.