Medio Ambiente

La diversidad de ciclos vitales en los árboles y su impacto en la captura de CO2

Un nuevo estudio revela que no solo el número de especies, sino también la variedad de ciclos vitales / Fundacion Aquae

La diversidad en los ciclos vitales de los árboles, así como la cantidad de especies que conforman un ecosistema, son factores clave que influyen en la capacidad de estos para capturar CO2. Generalmente, los bosques tropicales son los más eficientes en este aspecto, ya que presentan una mayor variedad demográfica.

Estudio sobre la longevidad de los árboles

Un estudio publicado el 26 de octubre de 2023 en la revista Science, liderado por la Universidad de Zúrich y con la colaboración de investigadores españoles, investigó los elementos que determinan la longevidad de los árboles y la diversidad de las distintas formas de vida en los bosques de América. Los investigadores examinaron la relación entre el crecimiento, la longevidad y la altura de los bosques para evaluar su capacidad de absorción de CO2, entre otros factores.

Se ha planteado la hipótesis de que los árboles que crecen más rápido tienden a vivir menos tiempo, pero esta relación es más compleja de lo que parece. “En general, la naturaleza es más complicada”, afirma Julen Astigarraga, investigador del Departamento de Ciencias de la Vida de la Universidad de Alcalá en Madrid.

Datos recopilados en América

Para llevar a cabo este estudio, un equipo internacional de 120 investigadores recopiló datos observacionales en bosques de América. En total, se realizaron 3.2 millones de mediciones de 1,127 especies de árboles, lo que permitió identificar cuatro tipos principales de ciclos de vida. Estos ciclos se clasifican según el tipo de crecimiento (rápido o lento), la longevidad (larga o corta) y la altura (pequeña o grande).

Astigarraga explica que, desde la perspectiva de la absorción de carbono, si se tuviera que elegir una sola especie, los árboles que crecen lentamente y tienen una vida más larga serían los más eficientes a largo plazo. Sin embargo, el estudio revela que, a nivel de ecosistema, una mayor diversidad de ciclos de vida es lo que maximiza el secuestro de carbono.

Importancia de la diversidad

Se sabía que, en general, un mayor número de especies resulta en un mayor almacenamiento de CO2. Sin embargo, el estudio da un paso más al señalar que no solo se trata de tener más especies, sino de contar con una mayor riqueza de rasgos demográficos o ciclos vitales diferentes, lo que permite a los bosques capturar más CO2.

En términos generales, los bosques más eficientes son los tropicales, donde se observa una mayor diversidad demográfica. Por el contrario, los menos eficientes son aquellos situados en regiones de temperaturas más frías, como el Ártico.

Datos históricos y proyecciones

El equipo de investigación, encabezado por Lalasia Bialic-Murphy de la Universidad de Zúrich, analizó datos disponibles desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad, aunque no se realizaron proyecciones futuras. El primer paso, según Astigarraga, es mapear los ciclos vitales de los bosques para comprender su funcionamiento y luego intentar predecir su comportamiento en diferentes escenarios de cambio climático.

En los últimos meses, se han registrado incendios devastadores en los bosques de Sudamérica, afectando países como Brasil, Bolivia, Argentina y Colombia. Esto no solo incrementa las emisiones de carbono a la atmósfera, sino que también se están perdiendo bosques que podrían ser capaces de capturar más CO2.

Hallazgos sorprendentes

Astigarraga destaca que uno de los hallazgos más sorprendentes de la investigación fue descubrir que un árbol maduro en zonas templadas puede vivir casi un 33% más que aquellos en regiones tropicales.

Los resultados de este estudio tienen “importantes implicaciones” para la restauración y conservación a nivel global, así como para entender la relación fundamental entre biodiversidad y la mitigación del cambio climático.


Hemeroteca digital