La Comisión Europea ha propuesto extender por 12 meses la implementación de la ley contra la deforestación en la Unión Europea. Esta ley estaba inicialmente programada para entrar en vigor en enero de 2025. La decisión de prorrogar se produce tras recibir críticas tanto de la industria como de varios países.
El objetivo de esta medida es facilitar una transición adecuada y efectiva para las empresas que importan productos como cacao, café y aceite de palma. Al mismo tiempo, se busca abordar el problema global de la deforestación que se atribuye al consumo europeo.
Objetivos del reglamento
El reglamento tiene como finalidad evitar que ciertas materias primas y productos derivados que se consumen en la UE generen deforestación, tanto dentro del espacio comunitario como en terceros países. Entre 1990 y 2020, se destruyó globalmente una superficie de masa forestal que es mayor que la de la UE, y cerca del 10 % de esa destrucción se atribuye al consumo europeo.
La normativa afecta a productos como ganado, cacao, café, aceite de palma, soja, madera y caucho, así como a sus derivados, que incluyen cuero, chocolate y muebles.
Requisitos para las empresas
A partir del 30 de diciembre, las empresas que importen en la UE estas materias primas deberán demostrar, a través de un sistema de geolocalización, que no han generado deforestación o degradación de masas forestales. Sin embargo, el texto ha enfrentado una presión extraordinaria en los últimos meses, tanto por parte de la industria como de países como Brasil, Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Indonesia, Estados Unidos, Malasia, Australia, Nueva Zelanda y Canadá.
El Partido Popular Europeo (PPE), que es la familia política de la presidenta de la Comisión Europea, también ha expresado sus preocupaciones. Un negociador de la norma en el Parlamento Europeo afirmó: «No queremos seguir siendo cómplices en la deforestación mundial» tras la aprobación de la ley en 2023.
Preocupaciones sobre el impacto
Algunas de las preocupaciones que han surgido se centran en el daño reputacional y la posible caída de las exportaciones que podría resultar del «ránking» de países que la Comisión debe publicar antes de finalizar el año. Este ránking indicaría que los Estados con mayor riesgo de incurrir en deforestación estarían sujetos a más controles en sus exportaciones.
Otros críticos han señalado que el reglamento podría agregar trabas burocráticas, especialmente para los pequeños productores o comerciantes.
Prórroga y aprobación
La Comisión ha decidido ceder a esta presión y ha escalonado la aplicación de la ley. Si se aprueba por el Parlamento Europeo y el Consejo, la ley sería aplicable el 30 de diciembre de 2025 para las grandes empresas y el 30 de junio de 2026 para las micro y pequeñas empresas.
Bruselas justifica la propuesta de prórroga en base a los comentarios recibidos de socios internacionales sobre su estado de preparación. Esta propuesta deberá ser aprobada por el Parlamento Europeo y por el Consejo de la UE, instituciones que ya habían aprobado la ley contra la deforestación en su estado actual en 2023 con una amplia mayoría.
Fuente: EFE