Un grupo de campesinos en La Paz, liderado por David Mamani, ha iniciado su segundo día de paro indefinido. Este paro incluye bloqueos de carreteras y busca la renuncia del presidente Luis Arce y del vicepresidente David Choquehuanca.
La nueva jornada de conflicto comenzó con 10 puntos de bloqueo en diferentes tramos del altiplano paceño. Esta información fue proporcionada por el mapa de transitabilidad de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), que fue actualizado hasta las 07:37 horas. Sin embargo, para las 11:00 horas, el número de bloqueos se redujo a 6. En la mañana del lunes, el mismo sitio de información oficial registraba 5 puntos de bloqueo en el departamento de La Paz.
Reacciones del gobierno
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, comentó en horas recientes que “David Mamani es una de las personas seguidoras del expresidente Evo Morales”. Según Ríos, en esa condición, Mamani “está promoviendo escenarios de violencia que pretenden generar luto en el pueblo boliviano”. Sin embargo, el dirigente cuestionado ha afirmado en varias ocasiones que su sector no se identifica ni con el evismo ni con el arcismo, que son los dos sectores en conflicto dentro del partido gobernante.
Investigaciones en curso
Además, el Ministerio de Gobierno ha ordenado investigar a un grupo de campesinos conocidos como “ponchos rojos” por alzamiento armado, terrorismo y otros delitos. Esta decisión se tomó después de que, horas antes del inicio del paro indefinido, circularan videos en los que se observa a un grupo de ponchos rojos encapuchados y armados.
Advertencias sobre la situación
Ríos también afirmó que el país enfrenta “una evidente amenaza e intento de golpe de Estado”. La autoridad subrayó que la investigación debe abarcar no solo a quienes se organizaron y aparecen en los videos portando armas, sino también a los autores intelectuales detrás de estos actos.
Tensiones sociales y políticas
En relación a la situación actual, se ha notado un aumento significativo en las tensiones sociales y políticas en Bolivia. Las acciones de los campesinos han generado preocupación entre las autoridades sobre las posibles repercusiones para la estabilidad nacional.