Lo que inició como una incautación habitual de contrabando en el puesto de control de Cuartos, ubicado en el municipio de Villazón, se convirtió rápidamente en una situación aterradora.
Efectivos del Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) lograron la noche del jueves interceptar una camioneta que transportaba mercancía ilegal. Sin embargo, no anticiparon que esta acción desencadenaría una auténtica pesadilla.
La noticia sobre la incautación se difundió rápidamente entre los contrabandistas de la zona. En cuestión de minutos, más de 50 personas, tanto hombres como mujeres, se organizaron con el objetivo de recuperar el botín. Lo que siguió fue un despliegue violento que convirtió a Cuartos en un escenario de caos y tensión.
El ataque de los contrabandistas
Aprovechando la oscuridad de la noche, la multitud, armada con piedras, dinamitas y otros objetos contundentes, lanzó una feroz ofensiva para evitar que el vehículo con la mercancía fuera trasladado al recinto aduanero. Las detonaciones resonaron en el aire, seguidas por explosiones de petardos que sembraron el pánico en la región potosina.
Decididos a no perder su valiosa mercancía, el grupo bloqueó violentamente el paso de la camioneta. Ante la posibilidad de que recuperaran tanto la mercadería como el vehículo, el CEO optó por quemarlos.
Destrucción de la mercancía
El Viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Amilcar Velásquez Burgoa, explicó que la Ley 1053 permite la destrucción del contrabando y de los vehículos involucrados cuando se pone en riesgo el operativo, lo cual fue ejecutado en este caso.
El ataque al recinto aduanero
El terror no concluyó ahí. La ira de los contrabandistas se desató contra el recinto aduanero. Enardecidos, rodearon las instalaciones y prendieron fuego a los pastizales cercanos utilizando neumáticos y madera.