La ciudad de La Paz, sede de Gobierno de Bolivia, alberga una rica historia fotográfica que ha sido preservada por la familia Cordero a lo largo de tres generaciones. Desde hace 124 años, esta familia ha creado un archivo lleno de retratos y paisajes que capturan la esencia de la ciudad y sus personajes más emblemáticos.
Julio Cordero Benavides, de 86 años, es la tercera generación de la familia Cordero y se siente honrado por el legado que han dejado en el mundo de la fotografía en La Paz. A lo largo de su carrera, ha retratado a destacados personajes, incluyendo expresidentes del país como Luis Adolfo Siles Salinas y Juan José Torres. Sin embargo, sus retratos más destacados son los de las cholas paceñas, mujeres aimaras del altiplano, cuya vestimenta refleja el paso del tiempo.
Los inicios de la fotografía en La Paz
En 1900, Julio Cordero Castillo introdujo en Bolivia las primeras técnicas fotográficas, que en aquel entonces eran una novedad en el país. Uno de los equipos que utilizó fue una ampliadora, que permitía revelar las fotografías en tamaño real. Su estudio fotográfico se encontraba en su casa, ubicada en la zona popular del mercado Rodríguez, que hasta el día de hoy sigue siendo la sede de la familia Cordero.
Retratando la vida en La Paz a lo largo de los años
La pasión de los Cordero por la fotografía los llevó a capturar no solo a personas, sino también los diferentes lugares de La Paz. Restaurantes, cines, teatros y otros sitios emblemáticos de la ciudad quedaron plasmados en las instantáneas de la familia. El paseo de El Prado, el tranvía, el ferrocarril, la plaza Murillo, la montaña Illimani y las avenidas Camacho, Arce y Mariscal Santa Cruz son solo algunos ejemplos de los lugares que han sido retratados a lo largo de los años.
La cuarta generación y un nuevo proyecto cultural
Después de enfrentar problemas legales que llevaron a la pérdida de los derechos del nombre del estudio de fotografía «Julio Cordero», la familia decidió iniciar un nuevo proyecto con la misma esencia. Así nació el centro cultural La Chula, ubicado en la casa de la familia Cordero. Este espacio permite a la población conocer la historia de las tres generaciones de fotógrafos, así como también ofrece la oportunidad de tomarse retratos con fondos y vestimentas de principios de siglo.
Preservando la historia a través del tiempo
Actualmente, la familia Cordero trabaja en la creación de un museo que exhibirá las herramientas, equipos y materiales utilizados por las tres generaciones de fotógrafos. Además, se está llevando a cabo un proceso de sistematización de documentos, fotografías y otros objetos relacionados con la historia de la familia. El objetivo es que este archivo perdure en el tiempo y que el centro cultural La Chula se convierta en un espacio abierto para todos.