La noche del viernes, la capital de Somalia, Mogadiscio, fue sacudida por fuertes explosiones. Un atacante suicida se inmoló en el hotel Beach View, ubicado en la famosa playa de Lido. El grupo yihadista Al Shabab se ha atribuido la responsabilidad de este atentado, que ha dejado un número indeterminado de víctimas mortales y heridos.
Después de la explosión inicial en el hotel, un grupo de terroristas abrió fuego contra las personas que se encontraban en la playa. El tiroteo entre los miembros de Al Shabab y las fuerzas especiales del Ejército continúa en este momento.
Escenas de caos y heridos
Imágenes difundidas en las redes sociales por medios somalíes mostraban ambulancias dirigiéndose al lugar del ataque y decenas de personas tendidas en la playa. Algunas se movían, mientras que otras permanecían inmóviles. Sin embargo, no se pudo verificar si estaban muertas.
Un ataque tras meses de calma
Este ataque ocurre después de unos meses de relativa calma en la capital somalí, donde no se habían registrado los habituales atentados de Al Shabab. El grupo yihadista reivindicó la autoría del ataque en uno de sus portales web.
Intensificación de las operaciones militares
Desde que el presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, anunció en agosto de 2022 una «guerra total» contra Al Shabab, el país ha intensificado las operaciones militares contra los terroristas. El Ejército, con el apoyo de la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS), ha llevado a cabo ofensivas, incluso con la colaboración militar de Estados Unidos y Turquía en bombardeos aéreos.
Al Shabab y su objetivo
Al Shabab, afiliado a la red de Al Qaeda desde 2012, perpetra frecuentes atentados en Mogadiscio y otras partes de Somalia con el objetivo de derrocar al Gobierno central respaldado por la comunidad internacional y establecer un Estado islámico de corte wahabí. Además, el grupo controla zonas rurales del centro y sur de Somalia y también ataca a países vecinos como Kenia y Etiopía.
Un país sumido en el conflicto
Somalia ha vivido en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre. La falta de un gobierno efectivo ha dejado al país en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.
Fuente: EFE