Legisladores en Bolivia están llevando a cabo una investigación sobre el abandono del pozo Lliquimuni en Teoponte, al norte de La Paz, y las posibles irregularidades en la perforación fallida realizada durante el gobierno de Evo Morales. La senadora Verónica Velasco ha anunciado que se solicitará un informe al Ministerio de Hidrocarburos y a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para esclarecer la inversión de 500 millones de dólares estadounidenses en este proyecto.
En 2016, a pesar de los informes desfavorables de una consultora internacional, el gobierno de Evo Morales inició la perforación del pozo Lliquimuni. YPFB-Petroandina, una empresa conformada por YPFB-Bolivia y PDVSA-Venezuela, fue la encargada de llevar a cabo este trabajo de exploración.
Abandono y desaparición de maquinaria
Actualmente, el terreno donde se encuentra el pozo Lliquimuni está cubierto de arbustos y solo cuenta con una placa identificatoria como testimonio de la perforación. Los comunarios han revelado que la maquinaria utilizada en el proyecto desapareció «en una sola noche» antes del estallido social de 2019 que derivó en la renuncia de Morales a la presidencia.
Gasto insulso y falta de resultados
El senador Andrés Flores ha denunciado que se realizó un «gasto insulso» en la perforación del pozo Lliquimuni, ya que no se encontró ni siquiera agua. «El pozo, que tiene una medida de un metro y medio por dos metros, está abandonado, no hay absolutamente nada», insistió Velasco.
Contraste con el proyecto en Mayaya X1
Es importante destacar que el pozo Lliquimuni fue un proyecto hidrocarburífero impulsado por Morales durante su gestión en el norte de La Paz. Los legisladores han cuestionado que ahora Morales pretenda apropiarse del descubrimiento impulsado en el gobierno del presidente Luis Arce en Mayaya X1.
En la placa de ingreso al campo, cubierto de pastizales y rodeado de alambre tejido, se encuentra la inscripción «Petroandina S.A.M, Lliquimuni LQC-X1, La Paz – marzo 2016».
/ APC