El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció su retiro de la carrera por la reelección y respaldó a Kamala Harris como candidata demócrata. Este histórico anuncio se produce después de semanas de especulaciones sobre su capacidad física y mental, sumergiendo la contienda presidencial en un territorio desconocido a menos de un mes de la Convención Demócrata en Chicago.
Biden expresó: «Creo que lo mejor para mi partido y el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir con mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato». Además, respaldó a Kamala Harris como candidata demócrata, destacando: «Hoy deseo ofrecer mi total apoyo y respaldo a Kamala Harris para que sea la nominada de nuestro partido este año».
El Comité Nacional Demócrata (DNC) deberá celebrar una reunión de emergencia para establecer el proceso de reemplazo. Actualmente, Biden controla 3.908 de los 3.939 delegados, lo que le otorga una gran influencia en la elección del sustituto. Las leyes estatales determinarán cómo elegir a estos delegados, siendo crucial la convención programada entre el 19 y 22 de agosto en Chicago.
La decisión de Biden ha generado un impacto significativo en la contienda presidencial, obligando a recalibrar estrategias tanto al Partido Demócrata como al Republicano. Con esta inesperada retirada, se abre un escenario político inédito que marcará el rumbo de las próximas elecciones generales.
Joe Biden se convierte así en el primer candidato en retirarse después de alcanzar la mayoría de los delegados en el proceso primario y a solo unas semanas de la Convención Demócrata. Su decisión marca un hito en la historia electoral reciente y plantea nuevos desafíos para ambas fuerzas políticas en Estados Unidos.
