La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP) expresaron su rechazo a la convocatoria realizada por el Ministerio de Gobierno para los periodistas que cubrieron los hechos del 26 de junio en la Plaza Murillo. Ambas asociaciones argumentaron que esta convocatoria podría convertir a los periodistas en «testigos obligados» de la narrativa oficial.
El Ministerio de Gobierno convocó a los periodistas para un «desayuno/trabajo» el viernes 19 de julio, pero solicitó específicamente la asistencia única de aquellos que estuvieron presentes en la Plaza Murillo cuando el general Juan José Zuñiga irrumpió en Palacio Quemado.
El trabajo de la prensa es público y documentado
Las asociaciones de periodistas recordaron que el trabajo de la prensa es público y se refleja en cientos de videos, despachos de radio, transmisiones en vivo y publicaciones de medios impresos y portales digitales. Por lo tanto, consideran que el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, debería recurrir a los sistemas de monitoreo y seguimiento que tiene activados para verificar lo que informaron los periodistas ese 26 de junio o cualquier otro día.
Riesgo de convertir a los periodistas en testigos obligados
Según la ANPB y la APLP, convocar a los periodistas que estuvieron presentes en la Plaza Murillo en la fecha mencionada podría convertirlos en testigos obligados para respaldar, directa o indirectamente, la narrativa del Gobierno con respecto a la acción militar de ese día. Esto implicaría la solicitud de revelar información confidencial obtenida en la cobertura periodística sobre el caso.
Intento de controlar a los periodistas
Las asociaciones de periodistas alertaron que la convocatoria del Ministerio de Gobierno tiene una clara intención de poner a los periodistas a su servicio y evitar que cumplan con su rol vigilante en la gestión pública. Exigieron que se respete el derecho de los medios de comunicación de elegir a qué periodista envían a cubrir determinados hechos o ruedas de prensa, según su propia agenda e interés general, sin ningún tipo de condicionamiento.