Cientos de manifestantes salieron a las calles en diferentes ciudades de Kenia este martes 16 de julio en una nueva jornada de protestas antigubernamentales. Estas manifestaciones, que han dejado al menos 50 muertos entre junio y julio, comenzaron como respuesta a una subida de impuestos y exigen la dimisión del presidente keniano, William Ruto.
En la capital, Nairobi, se pudo observar una fuerte presencia policial con agentes antidisturbios montados a caballo, así como ambulancias de la Cruz Roja keniana. Las carreteras que dan acceso a la State House, sede de la Presidencia de Kenia, estaban bloqueadas con barreras de pinchos colocadas por la Policía o con estrictos controles por parte de las fuerzas del orden.
Los manifestantes también bloquearon algunas carreteras con piedras en lugares como la localidad de Kitengela, en el sureste de Nairobi, y prendieron fuego a neumáticos en la urbe de Embu, en el centro del país. En Mombasa, la principal ciudad de la costa keniana, algunos manifestantes blandían ramas de palmera.
Violencia y represión policial durante las protestas
Se han reportado al menos dos heridos en Nairobi y un joven detenido en Eldoret mientras sostenía una bandera de Kenia. Varias asociaciones de prensa han denunciado los «ataques» a periodistas, después de que la Policía hiriera a una trabajadora de una emisora local en Nakuru. Además, los manifestantes han mostrado su rechazo al diálogo «multisectorial» anunciado por Ruto la semana pasada.
Desde el 18 de junio, Kenia ha sido escenario de una serie de protestas masivas que inicialmente se oponían a un polémico proyecto de ley para subir los impuestos. Ante las presiones, Ruto anunció la disolución de todo su Gobierno, excepto dos cargos, tras informar medidas de austeridad.
Las movilizaciones, impulsadas en redes sociales por jóvenes, no cuentan con líderes oficiales. Sin embargo, la respuesta policial ha dejado al menos 50 muertos y cientos de heridos.
Fuente: EFE
