Un nuevo gol salvador de Lautaro Martínez, en el minuto 112, dio a Argentina la victoria sobre Colombia, su decimosexto título de la Copa América y la prolongación de un ciclo ganador que incluye un triplete histórico (Copa América-Mundial-Copa América).
Fue un triunfo meritorio, porque la selección de Lionel Scaloni se sobrepuso a un mal comienzo y a la lesión de Lionel Messi en el minuto 65 para dejar la sensación de que, como dice su técnico, siempre encuentra soluciones.
No fue una final corriente. Empezó con escándalo cuatro horas antes, cuando una avalancha de hinchas sin entrada provocó el cierre de todos los accesos del estadio y el posterior aplazamiento del comienzo del partido casi hora y media. Y finalizó con un golpe de eficacia de Lautaro Martínez, al que le han bastado ratitos en cada partido para encabezar, con cinco goles, la clasificación de los artilleros.
Pese a que Messi se mostró más activo en el primer tiempo que en los últimos partidos, la Albiceleste no se encontró a gusto en ningún momento. Tuvo problemas para tapar la vía de agua que abrió Santiago Arias por la derecha y vio encendidas las alarmas cuando una dura entrada al tobillo del hoy sustituto de Daniel Muñoz -que le pudo costar la expulsión- hizo que el 10 cojease hasta el final de la primera mitad.
Tras el entretiempo, ampliado a 26 minutos por la actuación de Shakira -esta vez no importó que se superase el cuarto de hora estipulado-, siguió la Tricolor llevando la iniciativa.
Avisó Arias con un disparo cruzado, luego Dávinson Sánchez de cabeza, tras un córner prolongado también con la testa por Córdoba, pero, sin embargo, fue Ángel di María quien más cerca estuvo de volver a citarse con la gloria, con un tiro cayéndose que rechazó con apuros Camilo Vargas.
Pero la noche no pintaba albiceleste y pasada la hora de juego se lesionó su referente. Fue en un esprint tras Luis Díaz en el centro del campo. Messi, que aún renqueaba por la acción del primer tiempo, notó que se le iba el tobillo, se tiró al suelo y pidió el cambio. El shock que provocó fue de tal magnitud que ni la afición casi reaccionó.
No fue hasta un par de minutos después que el estadio comenzó a corear su apellido, después de que el videomarcador mostrase las lágrimas del capitán en el banquillo.
A comienzo del alargue, Néstor Lorenzo retiró a un inédito James, sustituido por Juanfer Quintero. Salvó Camilo Vargas a su equipo tras un nuevo disparo de Nicolás González y Scaloni cambió su centro del campo, con Rodrigo de Paul como único superviviente, y dio entrada a Lautaro Martínez, en busca de una acción ganadora del ‘toro’.
Hizo lo propio para el último cuarto de hora, Lorenzo, con Miguel Borja sustituyendo a un desaparecido Luis Díaz y un mediocampo de refresco.
Pero cómo no, apareció Lautaro Martínez, para en el 112 volver a marcar un gol vital, un gol que da un título, que retiene la corona sobre la cabeza de Messi, despide a Di María, sustituido en el 116, con un título, y le convierte en leyenda.