El volcán Sangay, situado en el extremo sur de Ecuador, ha experimentado un promedio de más de 42 explosiones por hora en las últimas horas, según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional. Estas explosiones han generado columnas de gases y cenizas que han alcanzado alturas de hasta 800 metros sobre la cumbre del volcán.
Este comportamiento eruptivo es común en el volcán Sangay, que tiene una altura de 5.230 metros y ha estado activo desde mayo de 2019. En el último día, se han registrado 1.011 explosiones leves, lo que equivale a un promedio de 42,15 explosiones por hora. Las imágenes de satélite han mostrado que las emisiones de gas y ceniza han formado nubes de hasta 800 metros de altura que se desplazan hacia el oeste y noroeste del volcán. Esta mañana, la densidad de la nube era más tenue y se dirigía hacia el oeste a una altura inferior a los 800 metros.
Impacto de la actividad volcánica
En el sector Rayoloma, en la parroquia Cebadas, en Guamote, Chimborazo, se pudo observar una leve nube de ceniza proveniente del volcán Sangay. La caída de ceniza ha afectado a varios poblados en Chimborazo en los últimos días. Además, se ha reportado la salida de material magmático por el cráter del volcán, que ha descendido aproximadamente 1.400 metros por una quebrada.
Monitoreo constante y medidas preventivas
Las autoridades locales han estado monitoreando constantemente la actividad del volcán Sangay en los últimos meses debido a su actividad eruptiva continua. Se ha alertado a los residentes cercanos al volcán sobre posibles riesgos y se les ha proporcionado medidas preventivas en caso de un aumento en la actividad volcánica.
El volcán Sangay se encuentra en una zona deshabitada declarada Parque Nacional debido a su biodiversidad. A pesar de su ubicación remota, la actividad volcánica en el Sangay es seguida de cerca para garantizar la seguridad de las comunidades cercanas y tomar las medidas necesarias en caso de un aumento en la actividad eruptiva.
Fuente: EFE