El miércoles 26 de junio, se produjo en Bolivia un intento de golpe que fue rechazado de forma unánime por la comunidad internacional. El Presidente Luis Arce denunció movimientos irregulares en algunas unidades del Ejército, lideradas por el ahora excomandante general Juan José Zúñiga.
Desde Paraguay, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó que el organismo no tolerará ningún quiebre del orden constitucional legítimo en Bolivia. La presidenta pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y mandataria de Honduras, Xiomara Castro, convocó a una reunión de urgencia para condenar el fascismo y exigir el respeto al poder civil y a la Constitución.
Rechazo de organismos regionales y países aliados
La Secretaría General de la Comunidad Andina (CAN) rechazó enérgicamente cualquier acto que atente contra la democracia en Bolivia. El Gobierno de Estados Unidos instó a la calma y moderación, sin mencionar el término «golpe de Estado». El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció un golpe de Estado y brindó su apoyo a Arce y al expresidente Evo Morales. El expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que los golpes nunca funcionaron en América Latina y manifestó su apoyo a la democracia.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, invitó a la resistencia democrática en Bolivia. El presidente de Chile, Gabriel Boric, expresó su preocupación y respaldó la democracia y el Gobierno legítimo de Luis Arce. El Gobierno ecuatoriano lamentó los hechos en Bolivia y abogó por la vigencia de la democracia y el respeto al orden constitucional. El Gobierno peruano rechazó cualquier intento de quiebre del estado de derecho.
Fuente: EFE
