La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el cambio climático está teniendo graves repercusiones en la salud mental y física de las embarazadas, los niños y la población de edad avanzada. Estos grupos son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático y se requiere una mayor inversión para protegerlos.
Estudios recientes revelan que las altas temperaturas y la contaminación atmosférica tienen un impacto negativo en las embarazadas. Se ha observado un aumento en la probabilidad de partos prematuros, así como efectos adversos en el desarrollo cerebral y pulmonar del feto. Además, las temperaturas altas están asociadas a la hipertensión y la diabetes gestacional durante el embarazo.
Riesgo para la población infantil
Según la OMS, cada grado centígrado adicional de temperatura mínima diaria por encima de 23,9°C aumenta el riesgo de mortalidad infantil en un 22,4%. Los niños son especialmente vulnerables a las altas temperaturas y deben ser protegidos adecuadamente.
Impacto en la población de edad avanzada
Las olas de calor tienen un impacto grave en la población de edad avanzada, quienes tienen mayor riesgo de sufrir infartos y problemas respiratorios. Es fundamental garantizar que los servicios sanitarios estén preparados para atender las necesidades de este grupo durante los desastres climáticos.
Escasez de agua y malnutrición
El cambio climático también provoca sequías e inundaciones, lo que reduce el acceso al agua potable y al suministro de alimentos. Esto resulta en un aumento de las enfermedades diarreicas y la malnutrición en los grupos más vulnerables.
Acciones necesarias
La OMS insta a los gobiernos a implementar medidas específicas para proteger la salud de las personas en todas las etapas de la vida. Es fundamental garantizar que los servicios sanitarios y asistenciales estén preparados para enfrentar los desafíos del cambio climático y proteger a los grupos más expuestos.