El Atalanta se proclamó este miércoles campeón de Liga Europa en una noche mágica, en la primera final europea de su historia, destrozando en Dublín a un histórico Bayer Leverkusen (3-0) y con el nigeriano Ademola Lookman como héroe absoluto, autor de un ‘hat-trick’ espectacular con el que glorificó a la diosa griega encarnada en un pequeño equipo de fútbol.
Eran 51 partidos seguidos los que el Leverkusen llevaba sin perder. Era una sensación de superioridad absoluta la que emanaba el equipo de Xabi Alonso durante toda la temporada. Era un ‘triplete’ histórico el que oteaba el combinado de las aspirinas, que portó el cartel de favorito en Dublín de manera merecida por su inolvidable año, en el que ganó una Bundesliga -la primera de su historia- para el recuerdo.
Pero el Atalanta, un equipo de la pequeña localidad de Bérgamo, situada a apenas 60 kilómetros de Milán, en el norte de Italia, se convirtió en aquella pequeña aldea gala irreducible de Astérix y Obélix, encarnados en Gasperini y Lookman, que quiso ser una excepción para escribir su propia historia.
Lookman anotó el primero en el minuto 12 tras una gran jugada colectiva. Pero para Lookman no fue suficiente. Aprovechando el mareo de un Leverkusen noqueado y frío por la situación que vivía, el nigeriano recibió en el balcón del área y todo el mundo supo que iba a buscar la puerta con una diagonal. Le tiró un caño precioso a Xhaka y la puso al palo largo, inalcanzable para la estirada de Kovar.
Ni los emblemáticos minutos finales del Leverkusen en los últimos partidos pudieron comparecer ante el terremoto italiano. El tercero obra de Lookman. La mejor de la noche para el final, debió pensar. Un regate perfecto, desbordando con una facilidad pasmosa para ser el minuto 75, y un disparo con la zurda directo a la escuadra.
El tanto puso fin al partido. La diosa griega Atalanta, reencarnada en un pequeño equipo de Bérgamo, se convirtió en campeona, agrandando su historia, consiguiendo el segundo título de su historia tras la Copa Italia de 1963.