El Gobierno de Malasia ha anunciado su intención de implementar una estrategia diplomática llamada «diplomacia del orangután» con los países importadores de aceite de palma. Esta iniciativa surge en medio de la disputa con la Unión Europea (UE) por las restricciones medioambientales impuestas al aceite de palma. El ministro de Plantaciones y Materias Primas, Johari Abdul Ghani, reveló esta estrategia durante un foro sobre diversidad en Malasia.
Malasia busca demostrar al mundo su compromiso con la sostenibilidad y la protección del medioambiente a través de esta iniciativa. Según el Foro Mundial de la Naturaleza (WWF), el país alberga una población de menos de 105.000 orangutanes en la isla de Borneo y es el segundo mayor exportador mundial de aceite de palma.
Controversia con la Unión Europea
La Unión Europea recientemente aprobó una normativa para evitar la deforestación en terceros países debido a las importaciones de materias primas como el aceite de palma. Esta medida ha generado controversia entre los principales exportadores, Malasia e Indonesia, quienes consideran que es imperialista y discriminatoria hacia los pequeños productores.
La «diplomacia del orangután» inspirada en la «diplomacia del panda» de China
Malasia planea seguir el ejemplo de China con su exitosa «diplomacia del panda» y prestar orangutanes a socios comerciales como India, China y la UE. Aunque no se han dado detalles específicos sobre cuándo comenzará esta iniciativa ni con qué país.
Malasia e Indonesia, principales exportadores de aceite de palma
Malasia e Indonesia son los principales exportadores de aceite de palma a nivel mundial, representando el 85% de las exportaciones. La Unión Europea se posiciona como el tercer mayor importador después de China y Pakistán. La reducción en la pérdida de bosques en ambos países en los últimos años ha sido destacada como un avance significativo en términos medioambientales.
