El presidente de Argentina, Javier Milei, ha defendido la política de ajuste implementada por su gobierno como una medida necesaria para reconstruir el país. En respuesta a las críticas de la exmandataria Cristina Fernández, quien lo acusó de promover el «anarcocolonialismo», Milei afirmó que la situación de pobreza en Argentina se debe a décadas de políticas irresponsables por parte del peronismo.
Un modelo económico insostenible
Milei argumenta que el peronismo ha defendido un modelo económico basado en el gasto desmedido y la falsificación de dinero para tapar los agujeros financieros. Como resultado, el país se encuentra en una situación de destrucción con un alto índice de pobreza, alcanzando el 60% de la población. Según Milei, la política de ajuste implementada por su gobierno tiene como objetivo reconstruir el país y corregir los errores del pasado.
Críticas a los logros económicos del gobierno
En su primer acto público desde el cambio de gobierno, Cristina Fernández cuestionó los supuestos logros económicos exhibidos por el presidente Milei. En particular, se refirió al anuncio de superávit fiscal y financiero en el primer trimestre de 2024, el cual considera que carece de sustento. Fernández argumenta que la legitimidad de un gobierno también debe basarse en los resultados de su gestión, y si la población sigue sufriendo de pobreza, desempleo y dificultades económicas, entonces la política de ajuste no tiene sentido.
El voto popular y la legitimidad de origen
A pesar de sus críticas, Fernández reconoce la legitimidad de Milei como presidente debido al respaldo del voto popular. Sin embargo, enfatiza que la legitimidad de origen también debe respaldarse con resultados concretos en la gestión gubernamental. Si la población continúa sufriendo las consecuencias de la política de ajuste, entonces el respaldo popular pierde su significado.
Un evento cargado de simbolismo político
El acto público de Fernández tuvo lugar en el Microestadio Presidente Néstor Kirchner, en la localidad de Quilmes, coincidiendo con la fecha en que su esposo, Néstor Kirchner, obtuvo el segundo lugar en las elecciones presidenciales de 2003. Este evento simboliza la continuidad del peronismo y su lucha por el poder político en Argentina.
