El gobierno de Bolivia emitió un comunicado el pasado miércoles 24 de abril en el que rechaza el informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la situación de los derechos humanos en el país. Según el gobierno, este informe constituye una intromisión e injerencia en la política interna de Bolivia.
En el comunicado, la Cancillería del Estado señala que el informe distorsiona la realidad boliviana y omite mencionar los avances significativos en materia de derechos humanos realizados por el gobierno en favor de la niñez, adolescencia y adultos mayores. Además, se destaca que el informe no considera una gama más amplia de visiones dentro del espectro social y político del país.
Críticas al informe estadounidense
El informe del Departamento de Estado de Estados Unidos se divide en siete secciones que abordan diferentes aspectos de los derechos humanos en Bolivia. En resumen, el informe destaca la falta de cambios significativos en el país en este ámbito y menciona reportes de torturas y tratos crueles por parte de funcionarios gubernamentales, condiciones penitenciarias duras, problemas con la independencia judicial, arrestos y detenciones arbitrarias.
Asimismo, el informe critica la corrupción y politización del sistema judicial, lo que resulta en la impunidad policial y en investigaciones sobre abusos que rara vez se completan debido a sobornos.
Restricciones a visitas a prisioneros de alta visibilidad
El informe también menciona que el gobierno boliviano permite el monitoreo de observadores independientes a las condiciones de los reclusos, pero no permite que periodistas, ONG y líderes religiosos visiten a algunos prisioneros de alta visibilidad. Entre ellos se encuentran el gobernador de Santa Cruz, Luis Camacho, y la expresidenta interina Jeanine Añez.
Compromiso del gobierno boliviano con los derechos humanos
El gobierno de Bolivia reitera en su comunicado su compromiso con la promoción y protección de los derechos humanos para todos los bolivianos. Este compromiso se basa en principios de soberanía, sin injerencia y respeto mutuo entre Estados.