En una audiencia con 6.000 estudiantes y profesores, el Papa Francisco instó a los niños a ser «artesanos de paz» y «constructores del futuro». En un mundo marcado por la guerra y las crisis globales, el Papa les pidió que trabajen para convertir nuestra casa común en un lugar de fraternidad, solidaridad y paz.
El Papa Francisco, recibido con una gran ovación por los niños, les recordó que los desafíos y riesgos actuales son globales y nos afectan a todos. Enfrentar las crisis ambientales, económicas, políticas y sociales requiere el valor y la creatividad de un sueño colectivo. El Papa enfatizó la importancia de estar despiertos, trabajando y caminando por las calles, en lugar de perder el tiempo en las redes sociales o tumbados en el sofá.
Un momento de reflexión
En un gesto de solidaridad, el Papa pidió a los miembros de las Escuelas de Paz que dedicaran un momento de silencio a los niños de Ucrania y Gaza. Recordó a los niños ucranianos que han perdido su sonrisa debido a la guerra, y a los niños de Gaza que sufren hambre y violencia. El Papa instó a todos a tenerlos en sus corazones y a rezar por ellos.
En resumen, el Papa Francisco hizo un llamado a los niños para que sean agentes de paz y constructores del futuro. Les recordó la importancia de enfrentar los desafíos globales y trabajar juntos para crear un mundo de fraternidad y solidaridad. También les instó a recordar a los niños afectados por la guerra y a dedicarles un momento de silencio en sus corazones. Es un mensaje de esperanza y compromiso para las generaciones futuras.