Lejos como visitante de su figura como local, el Atlético de Madrid fracasó en el Signal Iduna Park, devorado por sí mismo y el Borussia Dortmund, eliminado de los cuartos de final de la Liga de Campeones, con una ventaja insuficiente de la ida, un 2-0 en contra en el primer tiempo, la reacción del 2-2 en el segundo y una caída desmedida en dos minutos, con dos tantos del 71 al 73, que lo doblegaron definitivamente.
Una pesadilla cada vez más recurrente en este torneo europeo, en el que no pisa unas semifinales desde hace siete años, en el que apunta de repente a cotas altas, pero se cae cuando menos se lo espera. Su primera parte en el Metropolitano no le bastó. Tampoco su reacción en la segunda mitad en el Signal Iduna Park. El equipo alemán aprovechó mejor sus momentos en la eliminatoria que el rojiblanco, tremendamente vulnerable en este partido.
El inicio fue fogoso. En el minuto 34, Brandt estableció el 1-0 en favor del cuadro alemán. Cuatro minutos después, casi sin tiempo para asumirlo, el golpe fue aún mayor: el 2-0 de Maatsen, por el mismo lado, con similares características.
No fue un buen córner, tampoco un remate nada concluyente de Hermoso, el balón ya tenía como destino las manos del portero Kobel, hasta que intervino Hummels y la mandó en contra a los 49 (2-1).
Correa fue desbordante. Imprevisible como siempre y pudo anotar el empate para el Atlético de Madrid a los 64 de juego. En una auténtica ruleta rusa, el Atlético se vio de nuevo, de repente, eliminado, por obra de Sabitzer y Fullkrug. El centrocampista puso el 3-2 en la cabeza del goleador alemán, en el minuto 71.
Instantes después, Sabitzer sacó un zurdazo entre un bosque de piernas visitantes que terminó adentró. El 4-2. Oblak salvó el quinto, el equipo rojiblanco insistió hasta el final, pero se quedó ahí. Fuera de semifinales.