En el primer aniversario de la guerra civil en Sudán, la Unión Europea (UE) ha expresado su preocupación por la intromisión de Rusia en el conflicto. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha señalado que Rusia está involucrada tanto como mediador como agente en el conflicto sudanés. Borrell ha destacado la necesidad de dejar de lado el protagonismo y las ganas de influir en la situación, y ha instado a los líderes de las facciones beligerantes en Sudán a buscar una solución política a la crisis.
En una conferencia internacional celebrada en París, representantes de la Unión Europea y otros países se han reunido para discutir la situación en Sudán y buscar formas de recaudar fondos y coordinar mejor la ayuda humanitaria. La crisis en Sudán es considerada una de las mayores catástrofes humanitarias en África, con un millón de personas en riesgo de morir de hambre, 8,5 millones de desplazados y 27 millones de personas dependientes de ayuda humanitaria. Los líderes políticos presentes en la conferencia han enfatizado la necesidad de actuar y frenar la guerra en Sudán.
La comunidad internacional debe preocuparse por Sudán
El comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarčič, ha destacado la importancia de que la comunidad internacional se preocupe por la situación en Sudán. Lenarčič ha subrayado que Sudán ha sido eclipsado por otras crisis internacionales, como las guerras en Gaza y Ucrania, y ha instado a no olvidar el sufrimiento de los sudaneses. La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, ha enfatizado que la prensa ya no habla lo suficiente sobre la crisis en Sudán y ha citado testimonios de mujeres sudanesas que han vivido un infierno. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha lamentado la falta de financiamiento para los planes de ayuda en Sudán y ha instado a no quedarse al margen de esta crisis.
El conflicto interno en Sudán provoca desplazamientos masivos
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el conflicto interno en Sudán entre el Ejército y una milicia rebelde ha llevado a 20.000 civiles a abandonar sus hogares cada día. En tan solo un año, Sudán ha experimentado 8,5 millones de desplazamientos forzosos, siendo la crisis de desplazados más grave del mundo. Además, 1,8 millones de personas han buscado refugio en países vecinos como Chad y Sudán del Sur. El informe de la OIM destaca que el 53% de los desplazados son menores de 18 años, lo que resalta la vulnerabilidad de este grupo.