El exjugador de la NFL y locutor O.J. Simpson falleció a los 76 años a causa de cáncer, según anunció su familia el jueves en un comunicado. Simpson, conocido por su absolución en el caso de los asesinatos de su exesposa Nicole Brown Simpson y su amigo Ron Goldman en 1995, dejó un legado deportivo marcado por la controversia.
A lo largo de su carrera, Simpson fue reconocido por sus logros deportivos, incluyendo el Trofeo Heisman en 1968 como corredor de la Universidad del Sur de California y su paso por equipos como los Buffalo Bills de la NFL y los San Francisco 49ers. Sin embargo, su reputación se vio empañada por las acusaciones en torno a los trágicos asesinatos que conmocionaron a la opinión pública.
El «juicio del siglo»
En el llamado «juicio del siglo», O.J. Simpson fue declarado inocente en un proceso judicial que capturó la atención nacional y abordó temas sensibles como la celebridad, raza, clase social y justicia penal. A pesar de mantener su inocencia, una demanda civil posterior lo encontró responsable de las muertes de Nicole Brown Simpson y Ron Goldman, resultando en una condena económica significativa.
Problemas legales y liberación
Tras enfrentar problemas legales adicionales relacionados con un robo a mano armada en Las Vegas en 2007, O.J. Simpson cumplió una condena en prisión antes de obtener la libertad condicional en 2017. Posteriormente, mantuvo presencia mediática a través de sus publicaciones en Twitter sobre diversos temas como fútbol y política para una extensa audiencia virtual.
Un legado polémico
Simpson continuó siendo una figura polarizante incluso después de su liberación, generando debates sobre su culpabilidad y legado tanto dentro como fuera del ámbito deportivo. Su vida estuvo marcada por altibajos públicos que reflejaron las complejidades del sistema judicial estadounidense y la intersección entre fama, crimen y percepción pública.