El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó una resolución el viernes 5 de abril en la que condena el uso del hambre como método de guerra en Gaza. A pesar de los votos en contra de países como Alemania, Argentina y Estados Unidos, la resolución fue aprobada con 28 votos a favor, seis en contra y 13 abstenciones, incluyendo Francia, India, Japón y Países Bajos.
El texto de la resolución también expresa «gran preocupación» por las declaraciones de responsables israelíes que equivalen a incitación al genocidio. Además, exhorta a la comunidad internacional a detener la venta y transferencia de armas a Israel para evitar nuevas violaciones al derecho internacional humanitario.
Condena al uso de armas explosivas y de inteligencia artificial
La resolución condena el empleo de armas explosivas por parte de Israel en zonas pobladas de Gaza, así como el uso de inteligencia artificial para tomar decisiones militares que puedan contribuir a la comisión de crímenes internacionales.
La resolución, promovida por Pakistán en representación de la Organización para la Cooperación Islámica, pide a Israel que ponga fin a la ocupación de territorios desde 1967, incluida Jerusalén, así como al bloqueo sobre la franja y a todas las formas de castigo colectivo.
Acceso inmediato a la asistencia humanitaria
Además de un alto el fuego inmediato, la resolución urge a un acceso inmediato a Gaza de la asistencia humanitaria para restablecer las necesidades básicas de la población palestina.
Entre los países que votaron a favor se encuentran Bélgica, Finlandia, China, Cuba, diversos Estados árabes, africanos y Chile.
Algunas delegaciones que votaron en contra, como Alemania y Argentina, aclararon que lo hicieron porque el texto no incluía menciones condenatorias expresas contra Hamás.
Tras la aprobación de la resolución, la embajadora israelí ante la ONU en Ginebra, Meirav Eilon Shahar, lamentó el paso dado por el Consejo de Derechos Humanos y criticó su supuesto sesgo en contra de los intereses de Israel.
Por su parte, el representante palestino Ibrahim Khraishi señaló a los países opuestos a la resolución condenatoria y cuestionó su posición ante el genocidio en vivo y en directo que se está presenciando en Gaza.
La delegación palestina acordó eliminar algunas líneas más polémicas de la resolución antes de la votación, como las que acusaban a Israel de acciones que podían constituir «depuración étnica» o de ser «una amenaza para la paz y la seguridad internacionales».
