Un estudio reciente publicado en la revista Science Advances ha revelado que el crecimiento de las explotaciones de minería de tierras raras en África está poniendo en peligro a cerca de 180.000 gorilas, bonobos y chimpancés. Científicos del Centro de Investigación Integrativa de la Biodiversidad y la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg, junto con la organización Rewild, han alertado sobre el impacto devastador que estas actividades mineras tienen en las poblaciones de simios del continente africano.
Según el estudio, el impacto de esta minería en la biodiversidad se ha subestimado. Los yacimientos para extraer minerales de tierras raras son conocidos por sus impactos nocivos en el medioambiente, requiriendo grandes desplazamientos y la construcción de balsas de agua y químicos. En Europa, los intentos de extracción de estos minerales han enfrentado contestación social.
Simios afectados en un radio de hasta 50 kilómetros
Los investigadores han definido un radio de 10 kilómetros respecto a la mina para estimar el impacto directo en los simios, mientras que el impacto indirecto se extiende hasta 50 kilómetros. Las poblaciones más afectadas se encuentran en Liberia, Sierra Leona, Mali y Guinea. Jessica Junker, investigadora de Rewild, advierte sobre la falta de transparencia en las compañías mineras y la carencia de datos sobre las poblaciones de simios en áreas mineras.
Falta de planes de mitigación y compensación
Las empresas mineras deberían contar con planes de mitigación y compensación adecuados para minimizar su impacto, pero muchas carecen de datos sólidos sobre las especies. El Dr. Tenekwetche Sop destaca que las empresas mineras rara vez mitigan sus impactos en la biodiversidad. La investigación también alerta sobre la relación entre la degradación de hábitats y el aumento de emisiones ligado a la pobreza local.
Amenaza para la biodiversidad global
El estudio señala que un 20% de las regiones cruciales para la biodiversidad están afectadas por estas explotaciones mineras, lo que plantea una amenaza no solo para los grandes simios, sino también para la biodiversidad global.