La Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central obrera de Argentina, llevó a cabo acciones de protesta en diversos organismos públicos en contra de las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei. Directivos de la central obrera se reunieron en medio de un escenario de creciente conflictividad laboral en Argentina, con suspensiones y despidos tanto en el sector privado como en el público. Esto ha generado una contracción en la actividad económica, lo que ha llevado a muchas empresas a detener la producción y reducir su personal.
Además, se han incrementado los conflictos salariales debido a la drástica pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores frente a la elevada inflación, que alcanzó un 295,3% interanual en marzo, según cálculos de consultores privados. A esto se suman los miles de despidos que el Gobierno ha llevado a cabo en la Administración pública como parte de sus recortes de gastos para recuperar el superávit fiscal este año.
Posible huelga general y movilización
«El jueves 11 vamos a realizar una reunión del consejo directivo en la que definiremos la modalidad de la medida de fuerza», dijo a la prensa uno de los secretarios de la central, Héctor Daer, tras reunirse con otros dirigentes sindicales de la CGT. Daer indicó que «no se descarta nada, ni paro ni movilización», y que estas medidas no se descartarían hasta obtener una respuesta de la central sobre el proyecto de reforma laboral que el Gobierno de Milei planea enviar. Existe la posibilidad de convocar a una nueva huelga general de este tipo en contra de las políticas del Ejecutivo Milei, después del paro general que la CGT llevó a cabo el pasado 24 de enero. «No se trata solo de despidos. El despido es la consecuencia de la destrucción del Estado», sostuvo Daer. El consejo directivo también analizará la posibilidad de realizar una «gran movilización» el primero de mayo.
Fuente: EFE.