Ayer se celebró el Domingo de Ramos, marcando el inicio de la Semana Santa para la Iglesia Católica. En la ciudad de Oruro, Bolivia, se llevaron a cabo diversas actividades religiosas para conmemorar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
En Oruro, los creyentes se congregaron en la Puerta del Templo Jesús Nazareno para dar inicio a una procesión con palmas, recordando el gesto de bienvenida que recibió Jesús en su entrada a Jerusalén. La procesión recorrió las calles hasta la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción “La Catedral”, donde se ofició una eucaristía presidida por el monseñor Cristóbal Bialasik.
En su homilía, el monseñor Bialasik hizo un llamado a la renovación de la fe y al acercamiento a Dios en estos días de Semana Santa. Destacó la importancia de la oración y la necesidad de vivir junto al Señor en su pasión, muerte y resurrección. También reflexionó sobre las tentaciones a las que se enfrenta la sociedad actual, como la política y el dinero, instando a buscar una vida en comunión con Dios.
La cruz cubierta y su descubrimiento
Una particularidad de la misa del Domingo de Ramos en Oruro fue que la cruz en la que murió Jesús se encontraba cubierta de manera simbólica. Esta cruz será descubierta durante la celebración de la Resurrección, simbolizando el triunfo sobre la muerte.
Palmas como símbolo de bienvenida
En el Domingo de Ramos, las palmas son un símbolo de la bienvenida que recibió Jesús en Jerusalén. Muchos creyentes acompañaron la procesión con palmas en sus manos, mientras que otros llevaron palmas para ser bendecidas en las misas y llevar la bendición a sus hogares.
Comercio de palmas
En las puertas de los espacios religiosos, varias personas se dedicaron a comercializar palmas. Muchos de ellos elaboraron adornos y trenzados personalmente para que los creyentes pudieran llevar una palma bendecida a la misa.