Cuatro policías fueron descubiertos consumiendo bebidas alcohólicas durante el desarrollo del Censo de Población y Vivienda en la ciudad de Oruro, según confirmó el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos. El incidente tuvo lugar el sábado 23 de marzo, cuando los vecinos denunciaron una fiesta con música a alto volumen en una vivienda, donde los agentes estaban presentes, violando las normas establecidas para garantizar la realización del censo.
Consecuencias legales y administrativas para los policías involucrados
El viceministro Ríos expresó su lamentación por el comportamiento inapropiado de los cuatro efectivos policiales y mencionó que enfrentarán consecuencias tanto legales como administrativas. Además de haber transgredido la normativa y disposiciones del auto de buen gobierno, los agentes están siendo sometidos a un proceso administrativo de acuerdo a la ley de régimen disciplinario de la Policía Boliviana. La intervención policial en la vivienda fue transmitida en vivo por la página en Facebook de la Alcaldía de Oruro, donde se pudo constatar que los policías infractores incluso estaban usando sus uniformes.
Violación de las medidas establecidas para el Censo
Dentro de las medidas establecidas en el auto de buen gobierno para garantizar la realización del Censo, se encontraba la prohibición del expendio y consumo de bebidas alcohólicas en diversos espacios desde las 00:00 del viernes 22 de marzo hasta las 23:59 del sábado 23 de marzo. La conducta de los policías infractores ha generado críticas y cuestionamientos sobre la ética y profesionalismo de algunos miembros de la Policía Boliviana, poniendo en entredicho la reputación y confianza en esta institución encargada de velar por la seguridad ciudadana.
Repercusiones en la credibilidad de la Policía Boliviana
El viceministro Ríos destacó que, si bien siempre existen personas que perjudican la imagen de la institución, no se debe generalizar ni dañar la credibilidad y el trabajo realizado por la Policía Boliviana en el Censo. Sin embargo, este incidente ha generado preocupación y ha puesto en evidencia la necesidad de fortalecer la ética y el profesionalismo dentro de la institución, para mantener la confianza de la ciudadanía en su labor de garantizar la seguridad y el orden público.
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