El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, denunció que Israel está cometiendo un crimen de guerra en Gaza al utilizar el hambre de la población como un «método de guerra». Türk afirmó que las restricciones impuestas por Israel a la entrada y distribución de ayuda humanitaria y bienes comerciales, junto con el desplazamiento de la población y la destrucción de infraestructuras civiles, han llevado a una situación de hambre, inanición y hambruna en la región.
Restricciones y castigo colectivo
Türk señaló que las restricciones permanentes a la entrada de ayuda a Gaza, sumadas a la forma en que Israel ha conducido las hostilidades durante los últimos cinco meses, sometiendo a la población a un castigo colectivo, constituyen métodos que pueden ser calificados como crímenes de guerra. La desesperación en Gaza es tal que las familias están enviando a sus hijos solos y a pie hacia el sur en busca de comida y ayuda.
Hambre y desplazamiento
En el sur de Gaza, más de 1,8 millones de personas están desplazadas y también sufren de hambre. Sin embargo, la hambruna y las muertes por inanición son más frecuentes en el sector norte de la Franja, que fue el primer objetivo de los ataques israelíes y donde la mayoría de la población ha huido. Türk recordó que Israel ha mantenido bloqueada la Franja de Gaza durante 16 años, violando los derechos humanos de la población y generando dependencia de la ayuda externa.
Obligación de Israel como potencia ocupante
El alto comisionado reiteró que Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de garantizar el suministro de alimentos y atención médica adecuada para la población, así como facilitar el trabajo de las organizaciones humanitarias. Es necesario que se respeten los derechos humanos de la población de Gaza y se ponga fin a la situación de hambre y sufrimiento que están experimentando.
