El presidente de Argentina, Javier Milei, ha derogado el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que eliminó la Ley 27.424 de promoción de las energías renovables. Esta ley incluía un régimen de fomento para la generación distribuida y la industria nacional.
La derogación de la Ley 27.424 implica la eliminación de los beneficios fiscales para la generación distribuida a partir de fuentes renovables. Esto incluye el crédito fiscal por adquisición de sistemas, el precio adicional incentivado por la energía inyectada y bonificaciones sobre el costo del capital.
Pérdida del impulso en el desarrollo
Estos beneficios habían contribuido al crecimiento acelerado de la generación distribuida en Argentina, representando el 10% de la demanda eléctrica nacional en 2022. Sin embargo, sin los beneficios fiscales se espera que este crecimiento se ralentice, lo cual podría impactar negativamente en la diversificación energética y reducción de emisiones.
Dificultades para empresas argentinas
La derogación también implica eliminar el régimen que fomentaba fabricar sistemas, equipos e insumos para generar distribuidamente. Este régimen había apoyado a empresas argentinas dedicadas a fabricar equipos para esta forma de generación, contribuyendo así al empleo y desarrollo tecnológico.
Riesgo laboral y deslocalización
Sin este régimen, se espera que las empresas argentinas tengan más dificultades para competir con extranjeras, lo cual podría llevar a la deslocalización de la producción y pérdida de puestos laborales.
Preocupación por el futuro de las energías renovables
La Asociación Argentina de Energías Renovables (AAER) ha expresado su preocupación por la derogación de la Ley 27.424. Consideran que esta medida afectará negativamente el desarrollo de las energías renovables en Argentina.
Nuevo régimen en desarrollo
El Ministerio de Energía de la Nación ha señalado que está trabajando en un nuevo régimen de fomento para las energías renovables. Sin embargo, aún no se ha dado a conocer su contenido.