El Banco Mundial (BM) llamó a los gobiernos de Latinoamérica a aumentar los esfuerzos e inversiones para la recuperación de la educación infantil temprana, ante el posible riesgo de que no se hayan corregido los retrocesos causados por la pandemia de la covid-19 en la región.
Así lo indicaron el gerente del sector educativo para América Latina y el Caribe del BM, Emanuela Di Gropello y la economista senior del BM relacionada con la educación temprana, Magdalena Bendini, en una entrevista con EFE.
Necesidad de invertir más en educación infantil
«Lo mejor que podrían hacer los gobiernos de la región en este momento es invertir más y hacer mayores esfuerzos en su educación infantil», sostuvo Di Gropello. Afirmó que «el impacto de la pandemia ha sido muy fuerte» y ejemplificó que antes de la emergencia sanitaria «un poco más de la mitad de los niños de 10 años no estaba en condiciones de poder leer y entender un texto simple», cifra que aumentó. «Después de la pandemia, esta proporción ha aumentado en todos los países», añadió la experta y señaló que «lo más preocupante» es que tuvo «más impacto» en los niños entre 4 y 10 años.
Enfoque en lectoescritura y matemáticas básicas
Di Gropello destacó que se hicieron esfuerzos en los países latinoamericanos con reformas, políticas y programas implementados, lo cual es muy bienvenido. Además, acotó que es sumamente importante enfocarse en lo fundamental para recuperar: lectoescritura y matemáticas básicas. La representante del BM recalcó la importancia de centrarse en la educación infantil temprana, ya que si se quiere una recuperación verdadera y sustentable, esto debe pasar por los niños más jóvenes.
Riesgo de rezagos educativos post-pandemia
«Nuestro mensaje en este momento es seguir con los esfuerzos porque hay riesgo de que todavía haya mucho por recuperar y que los niños no estén bien preparados para tener una trayectoria educativa exitosa en su vida», indicó Di Gropello.
Necesidad de acelerar el aprendizaje
Por su parte, Bendini señaló que los rezagos dejados por la pandemia en educación son, en promedio, de 1.5 años y afirmó que no se puede volver al estado previo a la pandemia. «Si queremos recuperarnos, lo que debemos hacer es acelerar el aprendizaje», agregó Bendini y subrayó que la educación temprana infantil sienta las bases del desarrollo cognitivo, lo cual es fundamental para aprovechar las inversiones realizadas por los Estados cuando los niños llegan a primaria.
Inversión en educación infantil temprana y sus retornos
Bendini dijo que la inversión en educación infantil temprana tiene los mayores retornos dentro del sistema educativo, ya que si los niños llegan bien preparados al primer grado tienen menos probabilidades de repetir. Sin embargo, lamentó que hubo indicios de disminución presupuestaria para la educación infantil temprana después de la pandemia debido a recursos destinados a temas como agua y saneamiento para reabrir las escuelas. Según un consenso global, al menos el 10% del presupuesto de educación debería ir a la educación infantil temprana.
Desafíos en Latinoamérica respecto a la educación infantil temprana
«Si realmente esta es una inversión inteligente con altos retornos para el sistema educativo y la sociedad, el número debería ser comparable con otros niveles del sistema educativo que son priorizados por los gobiernos de la región», añadió Bendini. Este es otro desafío que Latinoamérica enfrenta en materia de educación infantil temprana, según Di Gropello, ya que solo se destina en promedio el 6% del presupuesto de educación a este nivel fundamental.
Cobertura desigual y falta de calidad en la educación infantil temprana
Puntualizó que otros retos son la cobertura desigual y la preocupación por haber visto una disminución en la asistencia al nivel preprimario en muchos países sin evidencia de recuperación en la región. Además, se suma una calidad muy heterogénea y la falta de sistemas con un enfoque de calidad.
Fuente: EFE