Con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, que celebra la Iglesia católica el 1 de enero, el papa reflexionó sobre los avances técnico-científicos y la inteligencia artificial «que por un lado ha solucionado innumerables problemas que afectaban a la vida humana y causaban grandes sufrimientos».
Pero al mismo tiempo, advirtió que ha permitido un control sobre la realidad nunca antes visto, poniendo en manos del hombre una amplia gama de posibilidades, algunas de las cuales representan un riesgo para su supervivencia y un peligro para nuestro hogar común.
La inteligencia artificial debe contribuir a resolver conflictos e injusticias
Por ello, en su oración para el comienzo del nuevo año, pidió que el rápido desarrollo de formas de inteligencia artificial no aumente las ya numerosas desigualdades e injusticias presentes en el mundo, sino que ayude a poner fin a las guerras y los conflictos, y alivie tantas formas de sufrimiento que afectan a nuestra familia humana.
Riesgos asociados al uso indiscriminado de algoritmos
En su mensaje, Francisco advirtió que las tecnologías que utilizan una gran cantidad de algoritmos pueden extraer datos dejados en internet. Estos datos permiten controlar los hábitos mentales y relacionales sin conocimiento. Esto limita su ejercicio consciente de libertad.
Decisiones condicionadas por valores personales, sociales y culturales
Además señaló que la investigación científica y las innovaciones tecnológicas, como actividades plenamente humanas, reflejan decisiones condicionadas por los valores personales, sociales y culturales de cada época.
Promesas y desafíos de la inteligencia artificial
El papa destacó que la inteligencia artificial promete un ahorro de esfuerzos, una producción más eficiente, transportes más ágiles y mercados más dinámicos. También mencionó una revolución en los procesos de recopilación, organización y verificación de datos.
Riesgo de generar afirmaciones infundadas o prejuicios
Sin embargo, sobre la habilidad de algunos dispositivos para producir textos, señaló que no garantiza confiabilidad y puede generar afirmaciones infundadas o revelar prejuicios.
Peligros de manipulación y control social
«Esto crea un serio problema cuando se emplea inteligencia artificial en campañas de desinformación que difunden noticias falsas y generan desconfianza hacia los medios», añadió. Además explicó que «la gran cantidad de datos analizados por las inteligencias artificiales no garantiza imparcialidad. Cuando los algoritmos extrapolan información siempre corren el riesgo de distorsionarla, reproduciendo injusticias y prejuicios del entorno en el que se originan».
Impacto laboral y supervisión humana
Otra preocupación del pontífice es el impacto laboral que pueden tener las nuevas tecnologías ya que trabajos antes exclusivos son rápidamente absorbidos por aplicaciones industriales de la inteligencia artificial. Entre los peligros expuestos por el papa se encuentra el sector del armamento con los sistemas de armas autónomos. Por eso afirmó que es imperativo garantizar una supervisión humana adecuada, significativa y coherente de estos sistemas.
Uso ético para promover la paz
«Tampoco podemos ignorar la posibilidad de que armas sofisticadas terminen en manos equivocadas facilitando ataques terroristas o acciones dirigidas a desestabilizar instituciones gubernamentales legítimas», señaló. Asimismo, afirmó que las aplicaciones técnicas más avanzadas no deben usarse para facilitar la resolución violenta de conflictos, sino para allanar el camino hacia la paz.
«Espero que esta reflexión anime a hacer que los avances en el desarrollo de formas de inteligencia artificial contribuyan, en última instancia, a la causa de la fraternidad humana y la paz», concluyó Francisco.
Fuente: EFE
