Los habitantes de la Isla Cojata, ubicada en el Lago Titicaca, esperan ansiosos que las recientes lluvias puedan mitigar los daños causados por la sequía. La mayoría de los residentes son agricultores y lamentan que donde antes había agua ahora solo hay cientos de metros de tierra erosionada que se resquebraja al pisarla.
Agustín Flores, un agricultor de 75 años, expresó su preocupación: «No hemos podido sembrar debido a la falta de lluvia, este año no tenemos nada». Recordó cómo solían vivir de la pesca, pero ahora muchos jóvenes se ven obligados a migrar debido a la escasez de peces y a la sequía.
El Lago Titicaca en peligro
El Lago Titicaca es conocido como el lago navegable más alto del mundo y este año ha alcanzado su nivel mínimo histórico. En la Isla Cojata, que solía estar rodeada por el lago, la población está envejeciendo mientras ve retroceder sus aguas. Muchos recuerdan con nostalgia los años pasados cuando salían a pescar en lanchas de madera que ahora están encalladas y abandonadas.
Inseguridad alimentaria y contaminación del agua
«Este año hemos fracasado con nuestras cosechas; esperamos que el próximo sea mejor porque no tenemos qué comer», lamentó Agustín, quien espera que las primeras lluvias de diciembre puedan salvar las cosechas. Zenobia Yapo, una mujer pastora de 66 años, señala desde la orilla del lago: «Antes el agua llegaba hasta mi patio; ahora no hay suficiente forraje para alimentar a mis vacas y ovejas».
Peligro para la fauna y flora
La fauna y flora también están en riesgo, ya que los flamencos rosados y las gaviotas andinas se alejan cada vez más de la orilla. Según el Observatorio Permanente del Lago Titicaca, el lago menor es una de las áreas más vulnerables al cambio climático. Además, advierten que si continúa la sequía y el calentamiento global, la biodiversidad del lago estará en peligro extremo.
Nuevo nivel mínimo histórico
El Observatorio Permanente del Lago Titicaca informó que este diciembre se alcanzará un nuevo nivel mínimo histórico de 3.807,16 metros sobre el nivel del mar, lo cual representa una disminución de 64 centímetros por debajo del nivel de alerta de sequía y 33 centímetros por debajo del nivel mínimo registrado en los últimos 100 años.
Desesperación por falta de agua potable
La inseguridad alimentaria preocupa a los habitantes. Zenobia mencionó con voz entrecortada que dependen del agua de lluvia para sobrevivir y hace unas semanas tuvo que abrir un pozo para darle agua a sus animales. «El agua estaba marrón; está claro que está contaminada pero no tenemos otra opción», comentó.
Impacto en la agricultura y ganadería
Por su parte, Agustín Yucra, perteneciente a la etnia aymara, compartió su situación mientras observaba un pequeño sembrado de papas junto a una lancha pesquera abandonada: «Hemos vivido aquí desde siempre; la lluvia no ha llegado en estos años y no hemos podido cosechar papas. Esta semana ha comenzado a llover; espero que eso nos ayude a conseguir comida». El hombre de 70 años agregó que es difícil mantener animales sin agua: «Antes tenía vacas y un cerdo, pero con la sequía ya no puedo tenerlos».
Bolivia enfrenta una grave sequía
Bolivia está enfrentando una de las peores sequías de los últimos años mientras el país se ve afectado por el fenómeno de El Niño, caracterizado por la falta de lluvias. El Gobierno ha informado que aproximadamente un tercio de los 340 municipios del país han sido declarados en estado de desastre debido a la escasez de agua para los cultivos, el ganado y el consumo humano.
Fuente: EFE