La relación entre el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Javier Milei, quien asumirá la presidencia argentina en diciembre, se perfila como un desafío para la diplomacia y tendrá un impacto directo no solo en el vínculo bilateral estratégico, sino también en el Mercosur, bloque integrado además por Uruguay y Paraguay.
Los cimientos para la relación que Milei y Lula deberán construir no son buenos. Además de la total falta de afinidad ideológica, en la campaña que llevó a su triunfo electoral el pasado 19 de noviembre, Milei tachó a Lula de comunista y aseguró que no se reuniría con él como jefe de Estado.
Señales para mantener puentes
Tras la victoria de Milei hubo señales por parte de ambas partes orientadas a no dinamitar todos los puentes entre las dos mayores economías de Sudamérica. Estos países labraron lazos de amistad, un robusto comercio y una alianza política en foros internacionales como el G20.
Contacto inicial positivo
Hasta ahora todo se limitó a un saludo de felicitaciones por redes sociales por parte de Lula y una carta enviada por Milei invitándole a su investidura. Además, este domingo el canciller brasileño Mauro Vieira recibió en Brasilia a Diana Mondino, futura ministra argentina de Relaciones Exteriores para tener un primer diálogo en tono positivo.
Posible frialdad y tensión retórica
Algunos analistas creen que Milei y Lula, por pragmatismo, no llegarán al extremo de una ruptura, pero sí podría reeditarse la frialdad y cierta tensión retórica que se dio entre Bolsonaro y Fernández durante sus mandatos coincidentes. «En ese momento Argentina fue muy activa para evitar que esa congelación de las relaciones a nivel presidencial afectara otros ámbitos de la relación bilateral. Es probable que ahora la diplomacia intente algo similar», señaló el coordinador del Programa de Política Internacional en el centro de estudios Laboratorio de Políticas Públicas, Gabriel Puricelli.
Habilidad del embajador argentino
Todos destacan la habilidad del peronista Daniel Scioli, embajador argentino en Brasilia desde mediados de 2020, para lograr sacar adelante la amplia agenda bilateral pese a la enemistad entre Fernández y Bolsonaro. Scioli entabló buen vínculo tanto con Bolsonaro como con Lula. Esta destreza parece haber convencido a Mondino de que es buena idea mantener a Scioli como embajador en Brasilia.
Impacto en el Mercosur
Con todo, los expertos prevén una relación entre Lula y Milei que no será fácil y previsiblemente también impactará en el funcionamiento del Mercosur. Este bloque agilizó o paralizó su paso dependiendo de la mayor o menor sintonía política circunstancial entre Argentina y Brasil desde su creación en 1991. Milei afirmó durante la campaña que el Mercosur falló brutalmente y que, tal como proponen Paraguay y Uruguay, debe ser modificado porque así como está no sirve. Además, el economista libertario cuestionó toda regulación comercial y sostiene que las transacciones deben ceñirse a acuerdos entre privados sin intervención alguna de los Estados.
Estancamiento del Mercosur
Mogliatti no cree que Milei llegue al extremo de retirar a Argentina del Mercosur, una decisión jurídica y comercialmente muy compleja, pero señala que con ideas tan diametralmente opuestas entre Lula y el libertario conviviendo en un bloque donde las decisiones se toman por consenso, es probable un «stand by» dentro del Mercosur. «El Mercosur está estancado hace muchos años. Lo más probable es que sigan las cosas como están, sin mayores avances pero tampoco con demasiados retrocesos», apuntó Puricelli.
Fuente: EFE
