Según un estudio de las Naciones Unidas, de los casi 89.000 homicidios de mujeres registrados en 2022 en el mundo, más de la mitad fueron cometidos por su pareja, expareja o familiares. Además, se revela que el lugar más frecuente del crimen fue la propia vivienda.
A diferencia de los hombres, cuyos asesinatos ocurren mayoritariamente fuera del hogar, las mujeres representan el 53% de todas las víctimas que mueren en su propia casa. Esto indica que para ellas y las niñas, el lugar más peligroso es su propio hogar.
Aumento alarmante en homicidios femeninos
La cifra de casi 89.000 homicidios de mujeres en 2022 representa el mayor número anual registrado en las últimas dos décadas. A pesar del descenso generalizado en el número total de homicidios, la violencia contra las mujeres sigue siendo preocupante.
Alrededor de 48.800 mujeres y niñas fueron asesinadas por parejas, exparejas o familiares durante ese año. Esto significa que más de 133 mujeres o niñas fueron asesinadas cada día por alguien conocido.
Patrón violento dentro del hogar
Este patrón violento se repite en todas las regiones del mundo cuando se trata del asesinato violento a manos conocidas dentro del hogar. En contraste, los hombres y los niños corren principalmente el riesgo de ser asesinados por alguien ajeno a su familia.
Lagunas en los datos sobre feminicidios
La ONU destaca la existencia de grandes lagunas en los datos sobre feminicidios, especialmente en casos registrados en países africanos, asiáticos y oceánicos. Esto dificulta tener una imagen completa de la magnitud del problema y las motivaciones detrás de estos crímenes.
África supera a Asia como región más afectada
Por primera vez desde 2013, África superó a Asia como la región con el mayor número absoluto de víctimas femeninas, con alrededor de 20.000 feminicidios. África también representa el continente donde existe más riesgo para las mujeres.
Tendencias divergentes en América
En América se observan tendencias divergentes en cuanto a homicidios femeninos relacionados con parejas íntimas o familiares. Mientras que en América Central y del Sur se registra una disminución, América del Norte experimenta un aumento significativo debido a una mejora en el registro de este tipo de crímenes.
Fuente: EFE