La vitamina K, una liposoluble almacenada en diversos tejidos, desempeña un papel esencial en la coagulación sanguínea. Su deficiencia es rara, pero puede afectar la absorción intestinal, siendo relevante para aquellos que están en tratamientos prolongados con antibióticos.
Esta vitamina, conocida como la «vitamina de la coagulación», facilita la producción de factores coagulantes en el hígado. Sin ella, la coagulación se ve comprometida, aumentando el riesgo de hematomas y sangrado. Además, algunos estudios sugieren que contribuye a la fortaleza ósea en adultos mayores.
Fuentes alimenticias y producción intestinal de vitamina K
La mejor manera de obtener vitamina K es a través de los alimentos. Desde hortalizas de hoja verde hasta pescado, pasando por coles de Bruselas y cereales, la variedad nutricional es clave. Además, las bacterias intestinales también contribuyen a su producción.
Interacciones con medicamentos anticoagulantes
Es crucial tener en cuenta las interacciones con medicamentos anticoagulantes como warfarina. Cambios abruptos en la ingesta de vitamina K pueden afectar su eficacia, destacando la importancia de mantener niveles estables diariamente. Consultar con el proveedor de atención médica es esencial, especialmente para aquellos que requieren monitoreo constante.
Recomendaciones de ingesta equilibrada según edad y sexo
Las Ingestas Dietéticas de Referencia (IDR) establecen pautas para una ingesta equilibrada. Desde lactantes hasta adultos, los valores varían según la edad y el sexo. Con recomendaciones específicas para cada grupo buscamos asegurar una nutrición adecuada.