Por decisión judicial, los siete mineros cooperativistas detenidos el lunes durante los disturbios contra la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) fueron puestos en libertad. La liberación se llevó a cabo en la tarde de este miércoles, marcando un giro en el caso que involucró el ataque a pedradas a la sede de la AJAM en la zona Sopocachi de La Paz.
La defensa de los mineros reveló que el Ministerio Público optó por no imputar a los detenidos, argumentando la dificultad de identificar a los autores de los daños en medio del tumulto que involucró entre 350 y 400 personas. En consecuencia, un juez determinó su libertad.
Cierre del proceso sin certeza sobre responsables
«Se cierra el proceso. El Ministerio Público ha fundamentado que no se ha podido determinar qué personas habrían agredido dentro del tumulto. Es decir, no hay certeza por parte del Ministerio Público sobre si las personas que han intervenido eran compañeros mineros o eran infiltrados», afirmó el abogado Carlos Ledezma.
Liberación atribuida al trabajo técnico legal
El dirigente Ramiro Balmaceda desestimó cualquier sugerencia de un acuerdo con las autoridades y atribuyó la liberación al trabajo técnico de los abogados.
Possibilidad de infiltrados como causantes
Uno de los mineros liberados insinuó la posibilidad de infiltrados como causantes de los daños, enfatizando que ellos solo daban indicaciones desde la retaguardia. Lamentó la detención injusta e instó a revisar los videos para identificar a los verdaderos responsables.
Debate sobre seguridad y culpables
Con la liberación de los mineros, el caso sigue generando debate sobre la seguridad y la identificación de los culpables en medio de eventos tumultuosos.
